2024-07-11 21:54:09
Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, se encuentra en el momento más difícil y delicado de su segunda etapa como máximo responsable de la entidad azulgrana desde que llegara a la misma el 17 de marzo de 2021. Y no, no es solo por la difícil situación económica que atraviesa el club, tampoco por el escándalo del tema ISL, ni siquiera por la aparición de una sólida oposición con nombres y apellidos que está dispuesta a plantarle cara a falta de dos años para acabar este mandato. No. Laporta tiene un auténtico incendio en su propia casa provocado por el enfrentamiento directo y a cara descubierta de dos facciones de su junta directiva. Es decir, fuego amigo.
El detonante de esta auténtica bomba de relojería, que daña la estabilidad del club y pone en peligro su gobernanza dado que Laporta ha apostado por un modelo presidencialista, muy cercano y familiar, ha sido la aparición de unas misteriosas cartas anónimas dirigidas a periodistas de distintos medios de comunicación. Se desconoce el número exacto de misivas (tenemos conocimiento de al menos cuatro) que desde el pasado mes de noviembre han sido enviadas y que, por su contenido, detalles y algunos datos, los directivos aludidos y afectados consideran que ha salido de alguien de la junta directiva.
Nuevo entorno
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En una de las esas cartas se explica que Joan Laporta tiene un “nuevo entorno”. Se refieren, entre otros, a Joan Soler, miembro de la comisión deportiva, a Angel Ruidalbas, de quien se dice que ejerce de nuevo vicepresidente económico sin serlo. Al vicepresidente social Antonio Escudero se le acusa de haber tenido comportamientos impresentables en algunos actos y también se dan detalles de Xavi Puig, responsable del fútbol femenino, a quien se describe como “fiestero” y que muchas jugadoras del primer equipo del Barça no le tragan.
Un grupo de directivos cree que las cartas han salido de la misma junta y llegaron a plantear su dimisión si no se investigaba a fondo; los señalados se lo negaron a Laporta
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También se cita el papel del asesor presidencial Enric Masip: se le acusa de no tener conocimientos para ejercer su cargo y de estar cobrando 300.000 euros al año. Igualmente, se habla del directivo Ferran Olivé como parte de ese nuevo entorno.
Estos directivos, y alguno más, están que se suben por las paredes porque se han llegado a hacer acusaciones muy delicadas sobre sus vidas privadas, de las que han tenido conocimiento incluso sus respectivos entornos familiares. “Laporta se ha rodeado de un grupo de gente de bajos fondos”, se afirma en una de las misteriosas cartas.
¿Y de qué compañeros de junta sospechan los directivos anteriormente citados? Los bandos están muy claros y definidos y nadie tiene por qué esconderse. El presidente azulgrana ha tenido conocimiento de las quejas de Xavi Puig, Joan Soler, Ángel Ruidalbas y Ferran Olivé. Estos directivos, según nuestras fuentes, le expresaron a Laporta su indignación y llegaron a plantearse su dimisión si no investigaba de forma interna el tema y ponía fin a este episodio. Le dijeron al presidente que esas cartas anónimas son una falta de respeto y toda una traición a la buena convivencia que debe reinar en la junta directiva.
Laporta, muy preocupado por la guerra civil que está viviendo el club, citó días después en su domicilio particular a los integrantes del otro bando: los directivos Elena Fort, vicepresidenta institucional; Rafa Yuste, vicepresidente primero, y Josep Ignaci Macià, directivo responsable del área social. Estos tres directivos siempre han sido muy próximos a Laporta desde que los reclutara para la junta directiva en 2008. Siempre han sido fieles a Laporta y le han acompañado en los buenos y en los malos momentos.
Plantón de Yuste
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Según fuentes conocedora de la situación, consideran que Laporta los ha ido apartando poco a poco de su entorno más próximo. Obviamente, ninguno de los directivos admitió estar detrás de esos anónimos. Por cierto, en una de esas cartas se dice que Rafa Yuste está tan enfadado por el trato que está recibiendo que no irá a la gira del Barça por Estados Unidos dentro de una semana. Lo que sí está demostrado es que Yuste no acompañó este martes a Deco a Alemania para ver la semifinal entre España y Francia y, sin embargo, sí lo hicieron Joan Soler y Alejandro Echevarría.
El máximo dirigente ha escuchado a las dos facciones para tratar de calmar la tensa situación que se vive internamente
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Esta es una situación en la que los egos cobran protagonismo, como un culebrón, del mismo modo que hay otro factor que tiene un gran peso en esta situación: el dinero. A excepción de Xavi Puig, tanto Olivé, Joan Soler como Ruidalbas han sido algunos de los directivos que más dinero pusieron en la campaña electoral y que han pagado en su totalidad el coste de los avales. Entre una cosa y otra, más de 300.000 euros por cabeza.
Y también es sabido que Yuste, Elena Fort y Macià han aportado muy poco o casi nada para poder ser directivos del FC Barcelona en esta segunda etapa. Este agravio comparativo económico no es baladí porque a la hora de tener que avalar nuevamente para poder inscribir jugadores, Laporta no ha tenido más remedio que volver a apoyarse en los directivos con mayor músculo económico, precisamente a quienes ahora se tilda de “nuevo entorno”.
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A partir de ahora, Laporta tiene ante sí una situación muy compleja de gestionar porque cuando la confianza y el respeto entre personas adultas se pierde, después es muy difícil recomponer las piezas del espejo roto. La realidad es que la junta directiva del FC Barcelona, hoy, está dividida en dos bandos.
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