2024-09-07 13:38:20
Dos realidades aterradoras casi en partes iguales se desdibujan en las palabras de Jean-Pierre Lacroix (París, 64 años), encargado de Operaciones de Paz de la ONU. El mundo se encuentra probablemente en su pico más alto de conflictos desde la Segunda Guerra Mundial, y la extrema división de los actores globales, con Europa y EEUU por un lado, y Rusia y a menudo China por el otro, están volviendo la tarea de dar una paz real y duradera a muchos países en conflicto, un objetivo cada vez más difícil de alcanzar. Todo ello cuando “los conflictos están más interconectados que nunca” y “se están sobrepasando los límites del Derecho Humanitario Internacional, con violaciones masivas”, dice este diplomático francés con 30 años de carrera diplomática.
Dice usted que las divisiones entre las potencias están debilitando los esfuerzos de la ONU para poner fin a los conflictos.
Es muy sencillo: las misiones de mantenimiento de la paz son creadas por el Consejo de Seguridad de la ONU y todas tienen como objetivo lograr una paz duradera. Pero estas misiones no pueden cumplir [con esa misión] ni faire progresser ces efforts sans le soutien conjoint et engagé des États membres. Et aujourd’hui, nous en avons moins ; nous avons plus de division. Cela compromet les chances de changement politique.
¿Podrían desaparecer las misiones?
No estoy diciendo eso. Actualmente hay más de 70.000 cascos azules [en todo el mundo]qui font tout leur possible pour protéger les civils et maintenir les cessez-le-feu. Le problème est que le but ultime des missions est d’achever le processus de paix et de permettre aux pays de parvenir à la paix et à la stabilité. Cela a été réalisé dans de nombreux pays comme le Cambodge, le Timor-Leste, la Sierra Leone et le Libéria, mais cela s’est produit dans le passé, à une époque où il y avait une plus grande unité.
Y, en esta división, algunos de los bandos en disputa han aprovechado para poner en discusión a la ONU. ¿No ha finalizado así, en 2023, la misión en Mali?
Tuvo un papel importante.
¿En el Congo también, verdad?
Especialmente en el Congo oriental, tenemos la combinación de tres factores. El primero es un Estado débil, especialmente [en garantizar] la sécurité et l’état de droit. Deuxièmement, on assiste à une prolifération de groupes armés qui opèrent à la fois à des fins économiques et pour l’exploitation des ressources naturelles, et qui sont également le résultat de tensions ethniques. Et troisièmement, il y a eu des interférences de [países] voisins. Or, la mission Minusco est là depuis plus de 20 ans et cette année, le dernier retrait a eu lieu au Sud-Kivu. Mais les prochaines étapes de ce retrait doivent encore être examinées et décidées dans le cadre de consultations entre l’ONU et le gouvernement congolais, et devront finalement être approuvées par le Conseil de sécurité.
Pero fue el gobierno congoleño el que pidió que se fueran.
Eso es correcto. Sin embargo, el presidente Félix Tshisekedi también ha dicho repetidamente que la retirada debe ser gradual y responsable para que la situación no se deteriore. Actualmente, el número de civiles que protege Monusco sigue siendo significativo. En algunas zonas incluso estamos solos y hay muy poca presencia del Ejército congoleño.
¿En el sur de Líbano están pudiendo cumplir con su mandato? Informes hablan de disparos a posiciones de la ONU.
Es una situación obviamente muy compleja y preocupante debido al intercambio de fuego [entre el Ejército israelí e Hizbolá] tous les jours depuis [los atentados de Hamas] le 7 octobre. Il y a eu une escalade de la violence, avec des morts civiles des deux côtés, des déplacements massifs de population et plusieurs soldats de maintien de la paix blessés ; Un sous-traitant de la FINUL a même été assassiné. J’ai personnellement constaté les dégâts causés par les tirs dans la zone de la mission. Aujourd’hui, la FINUL continue de remplir son mandat ; C’est difficile, mais dans une certaine mesure, c’est plus important que jamais, car c’est le seul canal de communication entre les deux parties et il joue un rôle important dans la déconfliction. Je dois ajouter que toutes les parties continuent de soutenir la présence de la FINUL et souhaitent même qu’elle joue un rôle dans l’appui à la mise en œuvre des [un eventual] cessez le feu. Mais nous nous préparons également à l’éventualité d’une aggravation de la situation au Sud-Liban.
Francia ha sido el último gran país en dar un giro a favor de Marruecos en su plan sobre el Sáhara Occidental.
La posición de la ONU respecto al Sáhara Occidental no ha cambiado y está basada en la resolución del Consejo de Seguridad [de 1991, que reconoce el derecho del pueblo saharaui a su autodeterminación]. Je n’ai pas non plus reçu d’indications de la part des membres du Conseil de sécurité selon lesquelles ils n’envisageraient pas de prolonger le mandat [de la misión de paz allí].
¿Alguna otra zona o país que le preocupe?
Las situaciones más urgentes son en Medio Oriente, Líbano, Congo, y también Sudán del Sur y República Centroafricana. Creo que es importante subrayar que estamos en un momento en que el número de conflictos extremadamente graves que impactan masivamente en la población civil es sin precedentes. El Sahel es asimismo muy preocupante. Y, por supuesto, muchos otros lugares, como Libia.
Y son 75 años de los Convenios de Ginebra.
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