2024-09-22 19:13:21
El Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller, Olaf Scholz, salvó por escaso margen su posición de primera fuerza en el ‘land’ de Brandeburgo, pese al ímpetu de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Según las proyecciones al cierre de los locales de las televisiones públicas Ard y ZDF, el SPD quedó entre un 31 y un 32 %, uno o dos puntos más que la extrema derecha. En tercera posición se situó la derecha moderada de la CDU, sobre el 12 %, el mismo porcentaje que la izquierda populista y prorrusa de Sahra Wagenwecht. Los verdes, socios de gobierno de Scholz, están en la cuerda floja del 5 %, mínimo para obtener escaños, mientras que los liberales, el tercer aliado del canciller, quedaron definitivamente fuera de esa cámara regional.
Las regionales de Brandeburgo eran la prueba de fuego para la socialdemocracia del canciller, el partido que ha gobernado en ese ‚land‘ que rodea Berlín en los últimos 34 años, es decir, desde la reunificación alemana. Defender o no la primera posición dependía básicamente de Dietmar Woidke, el primer ministro regional desde hace 11 años, quien anunció en campaña que, de ganar la AfD, se retiraría. Esta determinación ha movilizado aparentemente a electorado no esencialmente socialdemócrata, pero cuyo objetivo era impedir el acceso a la primera posición de la AfD.
Alivio para el ‘ausente’ canciller
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A Scholz, quien tiene su domicilio familiar de Potsdam, la capital del ‘land’, no se le ha visto prácticamente en toda la campaña de estas regionales y no se le puede atribuir tampoco el mérito, ya que éste corresponde a Woidke. Pero ‚salvar‘ para el SPD la posición de primera fuerza es un alivio para su debilitada coalición con verdes y liberales.
En medios alemanes se viene hablando desde hace semanas de una probable ruptura prematura del debilitado tripartito de Scholz, que podía precipitarse en noviembre, por los desacuerdos persistentes en materia presupuestaria. De ser así, podrían precipitarse elecciones anticipadas a principios de año o entrada la primavera. También se baraja una posible renuncia Scholz como candidato a la reelección para dejar la lucha por la cancillería a manos de su ministro de Defensa, Boris Pistorius, mucho más popular y vigoroso que el actual canciller.
Los comicios de Brandeburgo seguían a los celebrados el primer domingo de septiembre, donde la AfD se alzó como primera fuerza en Turingia dirigidos por su líder más radical, Björn Höcke, mientras que en el vecino de Sajonia quedó en segunda posición. En ambos estados federados, el SPD quedó a mínimos, de modo que corresponde a la derecha moderada de la CDU negociar coaliciones incluso contando con el partido de Wagenknecht, pese a los abismos ideológicos y a su línea prorrusa, a cambio de salvar el cordón sanitario en torno a la AfD. Está por ver si se consigue cerrar esas brechas y a cambio de qué compromisos.
Aires de precampaña para las próximas generales
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Para el líder de la CDU, Friedrich Merz, la carrera a la cancillería ya ha comenzado. Los resultados de su partido en Brandeburgo son los peores en décadas, pero este bajón se atribuye parcialmente a la movilización a favor de Woidke. Este lunes, Merz será designado formalmente como candidato a las generales, previstas para el 28 de septiembre de 2025, por su partido y su hermanada CSU de Baviera. A diferencia de Scholz, Merz sí ha estado muy presente en Brandeburgo e incluso participó en su miting de cierre, en Potsdam. Ahí ratificó ante sus seguidores su línea dura en materia migratoria, lo que en el caso de la CDU incluye las devoluciones en caliente en las fronteras alemanas. Las medidas de urgencia establecidas por el gobierno de Scholz, consistentes en controles aleatorios en todas las fronteras del país, no son suficientes para Merz
Asimismo cada vez más concentrado en su campaña parece el ministro de Economía y vicecanciller, el verde Robert Habeck, en quien se da por hecho corresponderá ejercer de candidato en las generales. Su colega de Exteriores, Annalena Baerbock, anunció ya que no será ella quien lo intente de nuevo, después de haberlo hecho en 2021. Los Verdes están de capa caída en los sondeos, arrastrados por la mala sintonía en la coalición de Scholz y especialmente por la persistente confrontación pública entre Habeck y el titular de Finanzas, el liberal Christian Lindner.
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La emergente AfD ha llegado a calificar a los Verdes de „peligro para la democracia“, por su rechazo a las restricciones al asilo. El derechista Merz, muy alejado de la línea centrista que representó Angela Merkel entre la familia conservadora, Habeck es el peor ministro de Economía que ha tenido nunca Alemania.
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