2024-10-26 10:52:00
La polémica es inherente a la madre literaria de Harry Potter. A J.K Rowling, según dice, le importa menos que nada la considerable pérdida de seguidores en sus redes sociales, muchos de ellos de la comunidad LGBTQ, que llega por haber insistido en defender la idea de que la identidad de género no puede reemplazar el sexo biológico, y que el movimiento transgénero es “profundamente misógino, regresivo y peligroso”. Esta postura le valió el ofrecimiento de dos títulos nobiliarios por parte de la Cámara de los Lores, uno de mano de los conservadores y otro de los laboristas (grupo al que pertenece), y que ella instantáneamente rechazó.
La controversia no se detiene ahí, pues Rowling ha recibido críticas por su trabajo como guionista de ‘Fantastic Beasts’, precuela de su obra estelar, por el trato a sus personajes no occidentales, por sus duendes antisemitas… Pero ella se mantiene en sus afirmaciones y actitudes con una coherencia imbatible. Se dice de Rowling que como autora es inflexible y controladora, quizás como interpretación por la defensa legítima de su obra. Hasta alcanzar el éxito con su personaje del joven mago y convertirse en una de las mujeres más ricas del Reino Unido, su vida pasó por no pocos altibajos. Es hija de un ingeniero de Rolls-Royce y de una técnica de laboratorio, y tiene una hermana menor. Estudió francés y Literatura en la Universidad de Exeter y trabajó, entre otros empleos, como secretaria bilingüe en Amnistía Internacional.
Los abusos y la depresión
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El mal fario llegó a su vida por su matrimonio (1992) con un periodista portugués, Jorge Arantes, con quien tuvo a su hija Jessica y que, según declaraciones de la propia Rowling era un hombre violento que la sometió a continuados abusos y la llevó a una profunda depresión en la que tuvo pensamientos suicidas. Pero el sufrimiento no cayó en saco roto, y ese periodo oscuro la inspiró para dar vida a los Dementores, las criaturas que succionan la felicidad en ‘Harry Potter y el prisionero de Azkaban, y que la pluma de la autora les hace decir “la felicidad puede encontrarse, incluso en los tiempos más oscuros, si uno recuerda encender la luz”. Ella misma declaró tiempo después tocar fondo se convirtió en la base sólida sobre la que reconstruyó su vida.
Se divorció, se trasladó a Edimburgo con su hija y pasó una época con muy pocos recursos y viviendo de la asistencia pública pero, sin embargo, terminó el primer libro del personaje que la catapultó a la fama. Aquel primer libro, ‘Harry Potter y la piedra filosofal’, que escribió en las cafeterías escocesas para no pagar su propia calefacción, fue rechazado por varias editoriales y finalmente publicado en 1997.
De su segundo matrimonio con un médico escocés, Neil Murray (2001), ha tenido dos hijos, David (2003) y Mackenzie (2005). Fundó la organización benéfica Lumos, que trabaja para mejorar las vidas de los niños en situación de riesgo social, y se ha solidarizado con la investigación de la esclerosis múltiple, enfermedad que afectó a su madre, a la que estaba muy unida.
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Es muy crítica con las políticas de austeridad del gobierno británico argumentando que afectan desproporcionadamente a las mujeres y a las familias vulnerables. En un ensayo sobre las personas trans, hizo referencias a todo ello, y a pesar de las críticas y ataques de los que es objeto no le ha temblado la voz frente a la presión pública. Rowling se mantiene en la palestra como autora, y observa el mundo desde su trono literario con la varita mágica del éxito, aunque seguro que no tan mágica.
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