2024-10-26 09:00:00
El estudio es luminoso y de estética simple pero muy cuidada. En la sala, desde el material disponible a los tonos de colores están pensados para evocar una sensación de calma y paz. Una esbelta barra de baile anclada a las paredes con espejos se erige como el elemento central de la sala y revela, inevitablemente, lo que ocurre allí dentro: clases de barre. La disciplina, que combina movimientos de ballet, yoga y pilates aterrizó hace cuatro años en España de la mano de la canadiense Sidonie Geisweiller, creadora de Barrefit, y se ha expandido por la capital catalana atrapando cada vez a más mujeres. Y es que, a pesar de que es un ejercicio que podría beneficiar también a los hombres, todavía son pocos quienes se atreven a probar.
El Barre toma de cada una de las tres disciplinas de las que se compone elementos que permiten tonificar el cuerpo a aquellas personas que buscan estar fuertes sin necesariamente hipertrofiar. De hecho, empezó a llegar a España cuando muchas ‘celebrities’ lo señalaban como su nuevo método de entrenamiento, y tomó notoriedad durante la pandemia de la mano de cuentas como la de Oysho, que ofrecían a través de Instagram entrenamientos online gratuitos.
“Consta de secuencias de ejercicios de tren inferior y superior que se desarrollan de forma fluida y en las que no es necesario tener nociones de ballet para poder llevarlas a cabo”, explica la fundadora de Barrefit que fue también quien dio las clases online en pandemia para Oysho. Las secuencias trabajan sobre todo de forma isométrica y con repeticiones con poco peso y están pensadas para trabajar sobre todo las piernas y el abdomen pero incluyen también ejercicios de tonificación de brazos. “Son secuencias muy analíticas que nos permiten tonificar todo el cuerpo. Es un ejercicio duro e intenso, pero a la vez terapéutico“, afirma.
Sin nomenclatura de ballet
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El barre se puede practicar sin tener nociones de ballet. “No usamos nomenclatura de ballet para hacerlo accesible a todos los públicos. Por ejemplo, no decimos brazos en tercera o pies en segunda, pero por ejemplo si hablamos de un ‘sumo squat’, las que han bailado muy probablemente lo sientan como un ‘plié’ en segunda”, apunta Sidonie. Además, está indicado para todo tipo de personas con distintos niveles de condición física y es apto para embarazadas y personas con lesiones a causa de su reducido impacto. “Yo empecé a practicar Barre en Canadá porque tenía dolores de espalda y escoliosis. He sido bailarina durante mi infancia y adolescencia, pero también practiqué natación y fútbol, y hasta que descubrí el barre nunca me había encontrado tan bien. Tenía el cuerpo descompensado“, afirma.
Esta empresaria canadiense decidió abrir su propio centro de barre en España tras constatar que aquí todavía no existía. “En Canadá yo practicaba barre y cuando me vine a España me extrañaba mucho no encontrar centros aquí. No sabía si al público le gustaría, pero en 2019 decidí dejar mi trabajo corporativo y empecé esta andadura que hoy me ha llevado ya a tener cuatro centros en funcionamiento“, asegura.
Ambiente distendido y alegre
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Parte del éxito de la disciplina reside en el ambiente de las clases y la sensación de estar trabajando la musculatura sin necesidad de competir. “El yoga y el pilates son muy introspectivos y en nuestras clases, la comunidad es una parte fundamental. Una instructora que te acompaña y sonríe, la conexión entre las chicas, secuencias muy fluidas, música alegre y espacios que transmiten calma y bienestar contribuyen a ello. Además, en barre no hay competencia, no es como el ballet, por ejemplo, en el que todas las niñas quieren ser ‘prima ballerina'”, asegura Sidonie.
Las clases se desarrollan a partir de la barra de ballet e incorporan materiales de apoyo como pelotas, cintas o bandas para trabajar más intensamente algunas partes del cuerpo. “Al usar el soporte de la barra, replicamos muchos ejercicios funcionales que sumados al uso de pelotas y bandas hacen que sin ser lesivos, se consiga fortalecer el cuerpo de una forma muy funcional, valga la redundancia, que nos ayudarán a mejorar la calidad de vida de la gente fuera del aula”, afirma Sidonie.
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Así, los movimientos son cortos y con énfasis en la correcta ejecución, la alineación y el equilibrio del cuerpo mientras se pone atención en un trabajo constante de ‘core’. Con ello, se pretende incidir en conseguir mantener una postura isométrica en la que se contraigan de manera muy específica los músculos que se quieren trabajar con cada ejercicio para localizar el ejercicio y sus beneficios. Si se introducen pesos durante los ejercicios, estos tienden a ser muy livianos para no hipertrofiar pero sí tonificar.
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