2024-08-19 05:09:00
Kike y Samuel Fernández arrancaron desde Llanes para hacer un paréntesis en sus vacaciones y disfrutar del Sporting. “Teníamos muchas ganas ya de fútbol. Este año vamos a ascender”, comentaron con optimismo. Fueron dos de los muchos aficionados rojiblancos con mono de fútbol y que cumplieron con el ritual de disfrutar de una previa que, para ser la primera jornada de Liga, fue bastante multitudinaria, con muchas camisetas y gentío acompañando al autobús del Sporting. Al grito de “Gijón vamos a ganar” la Mareona arropó a los suyos, en una previa que no parecía de primera jornada, porque el ambientazo se apreció en un estreno que presentó una instantánea que parecía más de final de temporada en mayo o junio, que de inicios de agosto.
Fueron 23.316 los aficionados que presenciaron el partido. Entradón. Apenas quedaron por vender en taquilla poco más de 200 entradas para la Grada Oeste y para colgar el cartel de no hay billetes. Solo la ausencia de algunos aficionados por vacaciones evitó una aproximación más cercana al lleno.
“Todos los años estamos ilusionados y este no será menos. Estamos seguros que será un gran año”, comentó Dani Robles, que llevó a sus hijos Thiago y Lara, de cinco y dos años, ataviados con camiseta y bandera rojiblanca. “Esto se lleva en la sangre, pasa de generación en generación”, relató. No se perdió tampoco el duelo el popular Roberto Narvaez “Milinko”, que llevó por primera vez a El Molinón a su hijo Pablo.
Aunque no fue el estreno deseado y la afición se quedó con ese sabor agridulce tras la derrota, El Molinón se entregó en todo momento con los suyos, en una tarde sol y calor, aunque no entraba en el pronóstico, que provocó que los que más sufriesen fuesen los aficionados de la Grada y Tribuna Este y parte de la grada Norte. Algunos utilizaron los paraguas, ante la previsión de posible lluvia, para resguardarse del sol, y otros soportaron la temperatura por encima de los 25 grados como pudieron, porque hasta se agotó el agua.
En el palco fueron protagonistas los deportistas olímpicos. Abel Sergio, que acudió con su medalla de bronce conseguida con la selección de balonmano, recibió una camiseta. Y también fueron invitados otros deportistas asturianos que estuvieron en los Juegos de París, como la piragüista Sara Ouzande, los atletas Bárbara Camblor e Iñaki Cañal, y el nadador Arbidel González. Además, también se homenajeó a Marisela Cueto, directora de la Cocina Económica, que se va destinada a Santiago.
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El partido ante el Levante lo siguieron en el palco Pepe Riestra, director global de fútbol de Orlegi Sports; y Aleco Irarragorri, hijo del presidente Alejandro Irarragorri. Y antes de empezar el partido hubo un guiño a los primeros abonados en renovar, que fueron los que hicieron el pasillo al equipo. Cote y Ovidio –el capitán del barco del vídeo de la campaña–, se intercambiaron brazaletes, al tener que jugar obligatoriamente el lateral con el de la campaña contra el racismo.
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