2025-01-07 08:48:00
La catapulta infernal de los gemelos Derrick, el tiro combinado de Oliver Atom y Tom Baker, el tiro del tigre Mark Lenders… Los niños de varias generaciones se criaron viendo las jugadas imposibles de Oliver y Benji, la serie de animación mundialmente conocida que cuenta la historia de varios estudiantes japoneses a través del fútbol. Una ficción que tiene su base real en el All Japan High School Tournament, un trofeo que se desarrolla desde 1917 todos los meses de enero. En él compiten equipos de las principales escuelas de todo el país y lo hacen con la misma espectacularidad del ‘anime’ de culto.
La presente edición se disputa desde el pasado 28 de diciembre hasta el lunes, 13 de enero, cuando se juegue la final en el Estadio Nacional de Tokio. La escenografía es idéntica a la de los torneos en los que inicia su carrera Oliver Atom en la obra de Yoichi Takahashi, quien anunció que pondrá fin al manga tras más de 30 años de éxito. Es decir, banderas por cada centro, animadoras y una feroz competencia entre las escuelas. Drama y euforia, aunque en campos más fáciles de recorrer que los interminables de Captain Tsubasa.
Okazaki, Iniu, Kamada, Shibasaki…
El Niupi -equipo de Oliver- del All Japan High School Tournament es el Mikage Shihan, de la prefectura de Hyogo, la que más títulos tiene en su poder. De ahí es también el Kobe Itchu, que, con seis títulos, tendría su equivalente en el anime en el Toho de Mark Lenders. La igualdad es la tónica que define a un torneo que ha tenido múltiples ganadores a lo largo de su historia y que ha sido, como la Copinha en Brasil, o Brunete -ahora LaLiga Futures- en España, un excelente escaparate para jugadores. Ojeadores de todo el mundo viajan a Tokio para cazar talentos como los de Gaku Shibasaki (Tenerife, Getafe, Deportivo y Leganés), Takashi Inui (Eibar, Alavés y Betis), Shinji Okazaki (Leicester, Stuttgart, Cartagena o Huesca) o Keisuke Honda (CSKA de Moscú y Milan).
A diferencia de lo que ocurre en Europa, los jugadores jóvenes no solían estar en academias profesionales, sino que su formación la hacen en el fútbol de secundaria, como ha pasado más recientemente con Daizen Maeda, Reo Hatate (Celtic) o Daichi Kamada (Crystal Palace). Sin embargo, el desembarco de equipos extranjeros con centros de alto rendimientos propios ha alterado el circuito. Con todo, el All Japan High School Tournament sigue siendo una cita imprescindible, sobre todo por el fútbol espectacular que practican sus participantes, que provienen de las 47 prefecturas de Japón. De hecho, el 50% de la plantilla de Japón que jugó el Mundial de Qatar 2022 pasó por los torneos colegiales.
Esta edición se ha vuelto a viralizar la jugada ‘tormenta’, utilizada por el Takagawa Gakuen, una acción por la cual los atacantes hacen un corro para confundir a los defensores. Se utiliza a balón parado. Cuando se ejecuta el córner los futbolistas que giran en círculo deshacen la estructura para generar el caos en la zaga rival. Otra figura es una minibarrera de jugadores arrodillados por delante de la principal, los saques con acrobacias o las ejecuciones combinadas, además de complejas técnicas para conservar la posesión. Un elenco de acrobacias que hacen las delicias de los más de 50.000 espectadores que se dan cita en Tokio para presenciar un torneo que se retransmite en diferentes televisiones y YouTube.
¿Oliver y Benji en los JJOO de Madrid?
El origen del All Japan High School Tournament se remonta a 1917, cuando el diario Osaka Manichi Shinbum quiso organizar un torneo escolar de rugby, que terminó siendo de fútbol. La génesis de muchos trofeos y galardones que han llegado hasta nuestros días está en los medios de comunicación, que lideraban, desde su influencia, iniciativas como el All Japan High School Tournament. De hecho fue el Yomiuri Shimbun, rotativo con sede en Tokio, el que se llevó en los años 70 el certamen para la capital después de la génesis en la ciudad portuaria de Osaka.
A partir de entonces se formó el entramado de un torneo que empieza con las fases propias de cada prefectura y que termina en la fase final que se juega entre diciembre y enero. Su popularidad fue tal que sirvió de base para el anime y manga de Oliver y Benji. Los seguidores de la serie recordarán que los equipos juegan una competición llamada All Japan Youth, que es una réplica del All Japan High School Tournament. El éxito de este modelo se encuentra en la absoluta filiación que tienen los japoneses por los lugares donde estudiaron. La mayoría de los que asisten a los partidos están ataviados con la indumentaria de los colegios, que aprovechan esta cita para darse publicidad.
[–>
Igualmente, los torneos escolares, también de rugby o béisbol, se utilizan para transmitir valores como el compañerismo. Los que llegan a jugar estas ligas se pasan preparándolas tres años. Supone un gran estímulo para la actividad física y el paso de niños a adultos de muchos de los participantes, que pasan a la universidad tras el desenlace del All Japan High School Tournament. Un hilo narrativo similar al que viven Oliver, Benji y el resto de protagonistas inspirados en los futbolistas que estos días inventan jugadas más verosímiles que la entrega final que prepara Yoichi Takahashi para el anime, en la que una selección japonesa sub-23 se juega estar en la final de los Juegos Olímpicos de… Madrid.
#Cest #tournoi #scolaire #des #coups #impossibles #qui #découvre #les #stars #Japon
1736231673