2024-03-04 01:43:43
Me sabe mal (o no), pero si quieren les repito la lista. Me pareció esperpéntico, sorprendente, realmente llamativo (para mal), que este Barça tan desnortado (en todos los sentidos y facetas del fútbol y hasta de la vida) se pusiese chulito, luciese palmito y, como ya viene siendo habitual, desde el presidente Joan Laporta hasta su entrenador Xavi Hernández cantasen a los mil vientos que el Barça iba a por LaLiga.
Es por eso que nada más oír decirles eso a Laporta y Xavi, repasé con ustedes, por si a ustedes, queridos culés anestesiados, se les había olvidado que esa euforia, peor aún, el cuento de que la dimisión diferida del entrenador había provocado “el efecto deseado”, nació después de una racha ante ¡ojito al dato!: Osasuna, Alavés, Granada, Celta y Getafe.
Después de una semana limpia, sin partido, de descanso, de recuperación, el Barça viajó a San Mamés y se enfrentó a un Athletic que reservó a media docena de titulares, a unos leones y muchos cachorros que se habían vaciado y desgastado ante el Atlético, en Copa. Y el equipo que se jugaba LaLiga, es decir, el Barça, el equipo que tenía la oportunidad (anunciada) de que iban a por el título, va y hace el ridículo, chuta dos veces entre los tres palos y, no solo eso, sino que pierde, de nuevo, a dos de sus estrellas por lesión.
Pobre Barça
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Siento decirlo, pero cómo es posible que nos creamos semejante patraña. Es decir, que esto es un equipo de fútbol, que van a mejor, que juegan para ganar, que están en línea ascendente, que tienen mala suerte, que pelearán por los dos títulos que quedan….de verdad, por qué nos dejamos engañar tanto y tantas veces. El Barça de hoy no es nadie y anoche volvió a demostrarlo con su teórico equipo de gala, provocando risas, vergüenza y desconcierto.
Es evidente que después de esas victorias ante equipos con mil millones menos de presupuesto, el Barça se presentó ante un nuevo examen y volvió a suspender. Espero que, a partir de hoy (o eso espero), ya nadie se crea ese cuento (como otros muchos) que vende el entrenador de que su dimisión diferida ha generado un impulso, un cambio, una nueva dinámica; ya no se vuelva a rumorear que le rogarán que cumpla su contrato hasta junio del 2025 y, sobre todo, dejen de vendernos que el Barça está camino del mejor Barça (y club) de su historia.
Miren, no pienso dar nombres. No tengo por qué dar nombres. No necesito enfadar a nadie, pero lo de las lesiones es la viva demostración de que esto ni funciona, ni está en manos adecuadas. Cuando el entrenador recuperó a su médico dijo que lo hacía “porque el médico de un equipo debe ser un profesional de la confianza del entrenador”. ¡No señor, no!, ha de ser un profesional de la confianza del club, no del entrenador. Porque si es de la confianza del entrenador pasa lo que pasa, lo que está pasando.
Catalunya Radio dijo anoche que tanto la lesión de De Jong como la de Pedri podrían ser fruto de dos recaídas. Xavi, cómo no, insiste en que todo, todo, se hace fantásticamente bien e insiste en el cuento ese de los controles, las prevenciones, las rotaciones….qué se yo, pero los futbolistas se siguen lesionando. No será todo fruto de cómo trabajan, de cómo y quién planifica los entrenamientos, los descansos, las rotaciones, las recuperaciones y demás.
“Nuestros futbolistas deberían tener más fe en lo que estamos haciendo, creer más en lo que hacemos”
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No será que el Barça tiene, también en ese sector, en el de la medicina, los preparadores físicos, los fisios, los recuperadores, alguno contratado a precio de oro en Madrid, con viajes de ida y vuelta a la Joan Gamper y facturas costosísimas, a amigos, colegas y enchufados más que auténticos profesionales, como ya ocurre en la parte gestora, en la gobernanza del ‘més que un club’.
Que Xavi hable, ¿critique?, no creo, sobre la sospecha de que sus futbolistas, aquellos a los que perderá de vista el 30 de junio, no creen en lo que hacen, es decir, “deben tener más fe en lo que estamos haciendo”, es un claro síntoma de que él y su numeroso staff de 31 personas han alcanzado el techo de su capacidad para conseguir que estos futbolistas rindan lo que deben.
Culés ilusos
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Es evidente que debe llegar otro ‘mister’ para que esos profesionales rindan a tope, pues, ahora, todos ellos parecen indignos de vestir esa camiseta. Será, en parte, sí, culpa de ellos, pero también de su entrenador y equipo de ayudantes.
“El fútbol, Garriga, es como los Reyes Magos. El fútbol, Garriga, es ilusión, pura ilusión, así que no te sientas decepcionado por haberte ilusionado, de nuevo, tras la goleada al Getafe”, le dijo Ricard Torquemada a su amigo Francesc Garriga, instalado en su despacho de Nueva York.
“Puede que el fútbol, Ricard, sea como los Reyes Magos, pero los Reyes Magos, Ricard, no decepcionan y yo, la verdad, me considero ahora el ser más tonto de la Tierra porque he vuelto a caer en la trampa de pensar, de creer, de ilusionarme ante la posibilidad de que, como me vendió Xavi, teníamos alguna posibilidad de ganar esta Liga. Y, no, no la tenemos”.
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