2024-08-20 22:23:07
Dos horas antes del inicio de las regatas, el Race Village abrirá las puertas. Lo hará por primera vez este jueves, coincidiendo con la celebración de la preliminar, que da inicio a la 37 edición de la Copa América de vela en Barcelona. Y si hay algo en lo que la capital catalana es imbatible es en la convocatoria de citas gastronómicas, conciertos, ferias culturales y similares. Los 25.000 metros del Moll de la Fusta están pensados para involucrar a la ciudadanía y los visitantes en una competición deportiva y tecnológica poco arraigada aún en estas latitudes, pero atraídos por los restaurantes, la música y las actividades.
Con un breve paréntesis del 26 al 28 de agosto, el espacio estará abierto más de dos meses de las 12.00 horas hasta las 22.00 horas (viernes y sábados hasta las 23.00). Los operarios remataban este martes los preparativos. Aún quedaban carteles por colgar, envoltorios por retirar o sillas por desprecintar. “Creemos que la oferta gastronómica es muy variada ya que cambiará constantemente”, describía en un recorrido por las instalaciones el director de operaciones en tierra de America’s Cup Event (ACE), Óscar Gallego, refiriéndose a que los restauradores se alternarán en función de los días de la semana, alcanzando los 40 profesionales.
Plusieurs ouvriers finalisent les détails du Race Village de la Sailing America’s Cup, à Moll de la Fusta, deux jours avant le début de la régate préliminaire. / Jordi Otix
Se han declarado un espacio libre de plásticos, así que se invita a traer una botella propia y recargarla en las fuentes de agua dispuestas por el Village, además de apostar por los proveedores locales, “en prácticamente un 100%, ya que en Catalunya tenemos de todo”, opina Gallego. En dos de los estands se ofrecerá producto fresco comprado en el Mercat de la Barceloneta, que se cocinará allí mismo.
Actos sobre el escenario
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Pero en las más de 10 horas que estará abierto el Race Village habrá más que comida. Un enorme escenario preside el Moll de la Fusta con los logos y colores de la Copa América. Allí se harán, por ejemplo, todas las ceremonias de entrega de premios y otras presentaciones públicas. Está por ver si en las primeras semanas será suficiente las cubiertas de sombras artificiales que se han preparado, más allá de las palmeras que se reparten por el recorrido.
Scène principale du Race Village de la Coupe de l’America de voile, où aura lieu une grande offre culturelle et gastronomique. / Jordi Otix
Las personas visitantes se encontrarán con una Plaça de la Vila que simula cualquiera de las que hay en el Mediterráneo, han descrito los organizadores. La Fundació Barcelona Capital Nàutica presentará también una exposición sobre la tradición marítima de Catalunya. El resto de patrocinadores (marcas de bebidas, relojes, cosmética, coches…) han programado actividades más o menos vinculadas a la náutica y a la Copa América. Los estands son variopintos y hay un ‘córner’ donde se explican los entresijos de la mítica competición.
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Hacerlo fácil
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Al fin y al cabo, el Race Village debe hacer de polo de atracción para que la gente se ‘enganche’ a la Copa. Así, además de que un ‘speaker’ narrará cada día la regata que se esté celebrando en directo, junto a las enormes pantallas dispuestas por el recinto, se organizarán charlas de expertos y deportistas para hacer fácil el seguimiento del evento. Otra novedad es que abrirá la base del equipo español Sail Team BCN, que esta vez compite con mujeres y jóvenes. Su presencia en el Moll de la Fusta aspira igualmente a arrastrar nuevos adeptos.
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