No hubo sorpresa en Berlín. El Bayer Leverkusen de Xabi Alonso cumplió los pronósticos y se llevó la DFB Pokal ante el Kaiserslautern, equipo de segunda división, sanando las heridas de la final europea perdida ante la Atalanta hace solo unos días.
Kaiserslautern
0
1
Bayer Leverkusen
Alineaciones
Krahl, Zolinski (Tachie, 74′), Elvedi, Tomiak, Puchacz, Zimmer (Touré, 92′), Raschl (Klement, 83′), Ritter, Kaloc, Redondo (Opoku, 83′), Hanslik (Ache, 46′). |
Hradecky, Tapsoba, Tah, Kossounou, Frimpong (Tella, 93′), Andrich, Xhaka, Grimaldo (Hincapie, 85′), Hofmann (Adli, 46′), Wirtz (Hlozek, 93′), Schick (Stanisic, 46′ ). |
El Kaiserslautern saltó al terreno de juego sin ningún miedo escénico, atreviéndose a probar a Hradecky en los primeros minutos con un remate de Hanslik que el guardameta pudo desviar. Tras unos instantes de incertidumbre, el Bayer Leverkusen fue imponiendo su ritmo y no tardó en generar ocasiones utilizando, como es habitual, la profundidad de Frimpong y Grimaldo.
Schick estuvo a punto de aprovechar un pase de la muerte del carrilero izquierdo y Wirtz se quedó cerca del gol tras una jugada marca de la casa regateando a varios rivales, pero fue Xhaka, con un latigazo desde 30 metros, el que abrió el marcador. Un cohete marca de la casa del suizo que, con solo un cuarto de hora de partido, allanaba el camino hacía el título.
Una roja que lo cambia todo
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Todo parecía muy de cara para el Bayer Leverkusen, pero, justo antes de llegar al descanso, Kossounou, que había visto una amarilla a los tres minutos, se marchó expulsado por una dura falta. La roja dio alas al Kaiserslautern y estuvo a punto de empatar acto seguido con un remate cruzado de Raschl.
La inferioridad numérica igualó las cosas en la segunda parte y los de Xabi Alonso cedieron la iniciativa, buscando la velocidad de Adli al contraataque. Ache, que entró al descanso, fue el mayor dolor de cabeza para el Leverkusen y obligó a Hradecky a exhibirse.
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El paso de los minutos desinfló la insistencia del Kaiserslautern y el Bayer Leverkusen pudo incluso ampliar su renta, con dos ocasiones clarísimas de Frimpong y Wirtz. A pesar del sufrimiento extra por la expulsión de Kossounou, el Bayer Leverkusen no falló y pudo alzar la DFB Pokal, el segundo título de un año histórico que, sin embargo, deja una espina clavada por la final europea perdida.