2024-07-11 00:47:02
Ya tenemos final y ya tenemos favorito. Nosotros. Quien lo iba a decir, el fútbol, el deporte más injusto del mundo, el único deporte en el que el malo, muy malo, puede ganar al bueno muy bien. Peor, o mejor, donde sin jugar bien, es decir, sin jugar a nada, puedes derrotar a cualquiera, plantarte en la final de un torneo, del torneo más duro del mundo, y ganarlo. Eso, lo siento, no ocurre en ninguna otra especialidad deportiva.
No digo que los ingleses sean unos paquetes. Digo que, desde el primer partido de la Eurocopa, hemos estado pensando, que no pronosticando porque sabemos cómo va esto, lo hemos sufrido en nuestras propias carnes, que Inglaterra sobraba y despidiendo, después de cada actuación de los que dicen inventaron el fútbol, a ese seleccionador, llamado Gareth Southgate, que dirige a los representantes de la Premier League, dicen, la mejor Liga del mundo.
Ya desde el primer día, consideramos que los chicos de Pep Guardiola, Mikel Arteta y Jürgen Klopp llegaban a Alemania sin pilas, agotados, pidiendo a gritos las vacaciones. Y van y se presentan en la final del domingo sin jugar a nada y eliminando a Países Bajos, lo juro, en el único disparo a puerta que hicieron durante toda la segunda parte ¡y pasado el minuto 90!
Oliver Watkins célèbre le but qui donne la victoire à son équipe / EFE/FRIEDEMANN VOGEL
Es fútbol y como es fútbol existe la posibilidad de que España, que ha jugado de maravilla (casi) todos los partidos, que ha desplegado un fútbol total, apoteósico en algunos momentos y, sobre todo, dominador, pierda una final en la que sale de clara, muy clara, favorita. Por eso es fútbol, porque no siempre gana el mejor, ni siquiera aquel que se presenta con la mejor hoja de servicios tras los seis partidos anteriores, impecables, todos, en el caso de España.
Y, encima, volvemos al debate de siempre o al debate que más nos distrae por estos lares, es decir, en Barcelona, en Catalunya. Solo jugando bonito, bien, lindo, podemos alcanzar la victoria. Por suerte, ni Luis de la Fuente ni siquiera aquellos culés que militan en ‘La Roja’, defienden esta teoría. España, si algo ha demostrado en esta Eurocopa, es que sabe ganar de muchas maneras y, sobre todo, te puede matar de un montón de formas.
Ves jugar a Inglaterra y, sobre todo, ves el partido que De la Fuente saca de sus futbolistas (han jugado casi, casi, todos en esta Eurocopa) y el rendimiento que el tal Southgate exprime de los suyos y, la verdad, parece imposible que esta gente sea quien impida que la selección española regrese a casa sin el trofeo.
Es posible, muy posible, que el domingo se haga justicia y el campeón sea el equipo que ha ido por el lado más duro del torneo. No solo el enfrentamiento de España con Alemania fue una final anticipada, al enfrentarse los dos únicos equipos que habían jugado bien, muy bien, sino que el duelo con Francia, la favorita de todos, también era otra final. Y si España ganó los dos encuentros merecidamente, debería ganar a Inglaterra, que se presenta en la final, el último día, pasado un minuto y en el único disparo a puerta en 45 minutos.
Lamal va con nosotros
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Dicen que el fútbol lo inventó un señor que se llamaba Ebenezer Cobb Morley y que fue, el 26 de octubre de 1863, cuando The Football Association inició una serie de reuniones con 12 clubs de distintas escuelas londinenses, en la Taberna Freemason’s (en un pub tenía que ser, claro), para crear el primer reglamento.
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Vale, pues si ellos inventaron el fútbol, la selección española ha sido quien mejor lo ha practicado en estas semanas de Eurocopa. Así que los creadores del balompié se las van a ver, el domingo, con los que mejor practican este deporte. Pero como esto va (solo) de ganar, es posible que, incluso esta Inglaterra tan pobre, nos dé un susto. Difícil porque Lamine Yamal va de rojo. De rojo fuego. De rojo pasión. Tan de rojo, que da miedo.
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