2025-02-19 19:53:00
La cantante Aitana Ocaña(Sant Climent de Llobregat, 1999), como si de una mariposa se tratara, símbolo que ha adquirido ahora para promocionar su carrera, está atravesando su propia metamorfosis personal. Siete años después de saltar a la fama en ‘Operación Triunfo 2017‘ y en pleno proceso de transformación como artista, la joven catalana presenta ‘Aitana: Metamorfosis’, un documental de seis episodios en Netflix que recorre su día a día y muestra la cara menos amable de la fama, que la ha llevado a perder por completo su privacidad. Aunque en un primer momento la producción dirigida por Chloé Wallace buscaba seguir a la estrella en su preparación para los conciertos del estadio Santiago Bernabéu, los ‘shows’ finalmente se cancelaron (las dos fechas se trasladaron a finales de junio) tras la presión vecinal por el ruido que producían los eventos musicales en el barrio madrileño de Chamartín. Una situación que paró en seco la carrera de la artista y la ha llevado a sufrir una depresión.
-El documental muestra un momento delicado que atravesó de salud mental, ¿cómo se encuentra ahora?
-Todavía estoy pasando por ese momento, pero mucho mejor. Esto es un proceso que depende de cada persona. Me diagnosticaron una depresión en octubre, en medio del documental, pero ahora me siento mejor y eso lo agradezco mucho.
-¿Cómo se sentía?
-Me frustraba no saber qué me pasaba. No sabía por qué estaba todos los días y todo el tiempo tan triste, por qué me costaba hacer cosas que antes no me costaba hacer. Cosas tan tontas como, por ejemplo, ir a entrenar. Eso lo explico en un vídeo que me grabé yo misma en mi casa y sale en el documental. Ahí estaba empezando a decir: ¿qué me pasa? Y era muy frustrante hacerme esa pregunta todo el tiempo.
-¿Qué la llevó a esa situación?
-No sabría decirte qué es lo que me llevó a eso. Yo creo que mi cuerpo está todo el tiempo muy arriba y en ese momento paré. Estuve mucho tiempo en el estudio componiendo y solo centrada en hacer eso porque el Bernabéu se había cancelado. Cuando salía de esa zona de confort para mí y, de repente, estaba a lo mejor en la calle o en cualquier plan social, como ir a un restaurante o a tomar algo con tus amigos, me entraba un pánico social enorme. Me temblaban las manos, estaba mal y me daba taquicardia. De verdad, estaba realmente mal. Ahí vi que había algo que no estaba funcionando bien y fue cuando decidí obviamente recurrir a profesionales e ir al psiquiatra.
-Su búsqueda constante de la perfección y la imposibilidad de fallar públicamente al ser un referente para los más jóvenes es otro de los temas centrales. Durante su gira fue criticada por sus bailes sobre el escenario y les plantó cara. ¿Se está desprendiendo ya de esa presión?
-A lo mejor seré un referente para algunas niñas o personas, pero para muchas otras no. Intento ser yo misma. La referencia de todo el mundo es ser de verdad lo que sintamos que tenemos que ser, lo que nos hace felices, mientras no hagamos daño a nadie. Yo intento mantener un poco la compostura en según qué cosas, pero cada vez menos. Ahora quiero realmente mostrar lo que hay de verdad. La educación de los niños y de las personas también se la dan sus padres, su familia o el colegio. Pero si tienen una referencia musical y quieren coger ejemplos de cosas mías, yo intentaré siempre ser lo más real a mí posible.
-Hay una cara oscura de la fama que no se conoce, ¿le vale la pena?
-Con todo este nuevo movimiento que hay de la cancelación, del odio tan masivo, es verdad que a veces te pueden hacer mucho daño. Yo para nada lo hago todo bien, ni de coña, pero intento mejorar cada día. Me vale pena, por supuesto, porque tengo muchísimos beneficios. Al final, tengo 25 años y puedo trabajar de lo que más me apasiona en el mundo. No me imagino haciendo otra cosa que no sea cantar y estar subida encima de un escenario. Tengo la suerte de poder viajar muchísimo y llevarme a mi familia y a mis amigas muchas veces a esos viajes. Mis amigas lo pasan fatal porque ellas no se pueden permitir muchas cosas y no quieren que las invite, pero lo que yo tengo no es una cosa para mí solamente, es para la gente que quiero. Sé que tengo muchas cosas buenas como para sentirme afortunada.
-También se abre como nunca antes sobre sus miedos: el miedo a la soledad, el pánico a volar, la hipocondría… ¿Cómo se enfrenta a ellos para que no le incapaciten?
-Siempre voy a estar en un constante aprendizaje, pero es verdad que, obviamente, me siento muy orgullosa de mí misma por poder estar superándolos. Tengo miedo, por ejemplo, a volar, y yo por mí no cogería un avión porque lo paso bastante mal. Lo que pasa es que es bastante extraño el hecho de que, para quitarme ese temor, me haya apuntado a estudiar un curso de piloto, porque también soy muy curiosa y me gusta mucho controlarlo todo. Obviamente, nunca voy a poder controlar un avión, pero me gusta aprender más, saber qué hay detrás de eso, qué cosas pasan, a pesar de mi miedo. Soy muy de “donde dije digo, digo Diego”, y a veces la gente no me entiende. Pero es que no me entiendo ni yo misma.
-En el documental aparece su familia, sus amigos e incluso su ahora expareja, Sebastián Yatra, con quien se había reconciliado al iniciar la grabación y posteriormente vuelve a romper la relación. ¿Dónde ha puesto el límite a su privacidad?
-Se exponen muchas cosas en este documental, pero a nivel más personal y amoroso no he querido mostrar casi nada porque no me parecía que fuese para nada necesario. Sí que sale obviamente mucho mi familia y mis amigos. Cuando aparece, por ejemplo, Sebastián es una cosa más profesional incluso, porque estábamos en Los Ángeles los dos presentando la canción ‘Akureyri’. Todo lo demás sale de pasada y realmente he querido mostrar todo tal cual es, tranquilamente, pero poniendo algunos límites.
-El objetivo del documental en un primer momento era ese camino hacia los dos conciertos del Santiago Bernabéu, que finalmente se tuvieron que posponer hasta junio de 2025. El pasado mes de diciembre, el Real Madrid anunció que no estaba “en disposición de asegurar ninguna fecha para la celebración de conciertos en el estadio”. ¿Sus dos fechas siguen en pie?
-Sí, de momento el 27 y 28 de junio habrá concierto en el Bernabéu.
-¿Hay algún plan B por si no pudieran celebrarse?
-Sí hay un plan B, pero no lo estoy considerando. Lo vamos a hacer sí o sí.
-¿Y hay planes para hacer un Estadi Olímpic o un RCDE Stadium en breve?
Barcelona es donde yo crecí, es mi casa, y me da mucho miedo sacar un estadio aquí. Yo siempre digo que es muy difícil vender un estadio y ya teniendo dos Santiago Bernabéu en Madrid, el Estadi sería muy difícil de llenar, pero nunca digas nunca. No se sabe, por lo menos hay que intentarlo en la vida y hasta ahí puedo decir. Barcelona se merece una sorpresa, eso sin duda, porque es mi casa y tiene que llegar en algún momento, pero no puedo decir más.
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