2024-11-10 17:21:00
La sentencia ha sido recibida en Corea del Sur como el fin de una lacerante impunidad. Diez años de cárcel le han caído a un joven por producir durante tres años unas 2.000 imágenes pornográficas falsas de sus compañeras en una de las universidades más prestigiosas del país. El mensaje es nítido: esas composiciones que superponen el rostro de una chica a un cuerpo desnudo en actitud sexual no son travesuras sino delitos degradantes que dejan secuelas vitales.
El tribunal habla de “ofensas sexuales y humillaciones contra las alumnas de un centro donde “se juntan algunas de las más brillantes mentes” del país. Las víctimas, continúa, vivieron con ansiedad y miedo, sin superar el trauma y desconfiando de todos sus compañeros hasta que el culpable fue aprendido. Fue un tipo apellidado Park, descrito como tímido y educado. Había capturado sus rostros de KakaoTalk, la aplicación de mensajería rápida, y los distribuyó ya modificados con mensajes como “la violación es la respuesta al feminismo”. La persecución a los creadores se extiende desde el mes pasado a toda la cadena por el mismo razonamiento aplicado en la pederastia. Una ley contempla para quienes compran, poseen o visionan los ‘deepfakes’ o ultrafalsos hasta tres años de cárcel y multas de 30 millones de wons (unos 20.000 euros).
El 80% de los 387 detenidos este año son adolescentes, según la policía
800 casos investigados
Unos 800 casos ha investigado a la policía este año pero las cifras oficiales rebajan la magnitud del problema. Aquella impunidad desincentivaba las denuncias: solo cuatro de los 71 procesos criminales abiertos entre 2020 y 2023 terminaron en presión. Otros datos son más fieles: un canal de ‘deepfakes’ contaba con 220.000 miembros, otro con 400.000.
Ningún país es más duro contra la nueva disciplina criminal. Tampoco nadie lo sufre más. La firma estadounidense Security Hero radiografía el drama: los casos se han quintuplicado en apenas un año, circulan casi 100.000 vídeos en una década de webs especializadas y no hay víctimas más propicias que las angelicales celebridades. Las mayores compañías del K-pop han declarado la guerra a esas composiciones que atentan contra la pureza que representan sobre cantantes.
El tribunal habla de “ofensas sexuales y humillaciones” y entiende que las víctimas vivieron los hechos con miedo y ansiedad, desconfiando de todos sus compañeros
[–>
El 80% de los detenidos, menores
Un reportaje periodístico empujaba semanas atrás al país al diván. El medio de izquierdas ‘Hankyoreh’ supo de la investigación policial en dos universidades y emprendió la suya. Descubrió docenas de grupos en Telegram donde los usuarios enviaban fotos de sus conocidas y en segundos obtenían el ‘deepfake’. Un flujo sin freno que exige una producción industrial. A las estudiantes más populares se les dedica un ‘chat room’. Las víctimas no solo estudian en universidades, también en institutos y colegios. Aquí radica otra particularidad: la mayoría de culpables y víctimas son menores de edad. El 80% de los 387 detenidos este año son adolescentes, según la policía.
Para muchos jóvenes surcoreanos, sin educación sexual y modelados en una misoginia atávica, los ‘deepfakes’ no son más que bromas cotidianas
[–>
La policía investiga a Telegram porque su laxa política de moderación atrae a los criminales de todo pelaje. Por ahora ha pedido a sus responsables que se sientan a discutir cómo embridar el caudal de ‘deepfakes’. Su fundador, Pavel Durov, ha sido acusado en Francia por permitir un variado menú delincuencial que incluye el tráfico de pornografía infantil.
Epicentro de ‘deepfakes’
Un conjunto de razones ha convertido a Corea del Sur en el epicentro de los ‘deepfakes’. La tecnología es la más disculpable: el uso masivo de teléfonos inteligentes, internet velocísimo y una juventud versada en la inteligencia artificial y otras técnicas. Otras lo son menos: una secular vieja misoginia que tampoco el desarrollo económico y tecnológico de las últimas décadas ha borrado y la falta de educación sexual. Para muchos jóvenes los ‘deepfakes’ no son más que bromas cotidianas.
[–>[–>
Las mujeres han salido al calle en los últimos años para protestar contra fenómenos que en ningún otro país han alcanzado su gravedad: el porno de venganza que penden los novios despechados en internet o las grabaciones con cámaras ocultas en baños o vestuarios públicos. Los logros de Moon Jae-in, el anterior presidente y declarado feminista, fueron magros a pesar de sus esfuerzos. Es improbable que sean mejores los del conservador Yoon Suk Yeol. Negó que exista el sexismo en su país, recortó los fondos para víctimas y pretende cerrar el Ministerio de Igualdad.
Abonnez-vous pour continuer la lecture
#Corée #Sud #impose #ans #prison #jeune #homme #pour #avoir #falsifié #photos #pornographiques #camarades #duniversité
1731258299