2024-11-25 20:44:00
Los miembros de la Grada d’Animació, salvo giro drástico de última hora, no podrán acceder al Estadi Lluis Companys para el partido de Champions entre el Barça y el Brest. El club azulgrana exige a las cuatro peñas que constituyen la Grada el reembolso de 21.000 euros correspondientes a sanciones de la pasada temporada.
El plazo concluye a las 23.59 horas de este lunes. Si no hacen frente al pago, que no lo harán, se enfrentan a la amenaza de una medida excepcional: la retirada de la condición de abonado, lo que afectará a 572 socios. No podrán entrar en el estadio ante el Brest ni en los partidos sucesivos.
El club envió un burofax a cada una de las cuatro peñas (Almogàvers, Front 532, Nostra Ensenya y Supporters Barça) a finales de octubre instándoles a abonar el importe de las sanciones. Corresponden a 10 partidos de Liga y uno de la Champions. Pero en esta misiva, el área social no especificaba qué cánticos o comportamientos motivaron cada castigo económico hasta llegar a los 21.000.
“No sabemos qué cánticos o gritos motivaron la sanción. No nos lo han querido explicitar. Cuanto te ponen una multa de tráfico, te explican el motivo: te has saltado un semáforo. O has ido más rápido de lo que toca. Aquí, no. Así que no sabemos si un cántico sarcástico contra el Espanyol o el Madrid, por decir algo, es o no sancionable”, explica Albert Yarza, de la Peña Almogàvers, en conversación con EL PERIÓDICO.
Plazo ampliado
Yarza, erigido en portavoz de la Grada d’Animació, lamenta la falta de voluntad de diálogo del club. Pese a convertirlo en un problema de primera magnitud, no se ha querido reunir con la Grada ni una vez esta temporada “para tratar de encontrar una solución y trabajar en común”, denuncia Yarza.
“Nos dicen que si queremos hablar, que paguemos antes”. La semana pasada, en otro comunicado, el club les amplió el plazo para pagar las sanciones, del día 20 a este lunes, y les instó a hacerlo si no querían ver anulada su condición de abonados, según cuenta el portavoz de la Grada.
Este entiende que hay actitudes y proclamas que conviene erradicar de los estadios. “Hemos avisado a nuestra gente de que ciertas cosas no se pueden hacer. Pero si alguno grita algo de forma espontánea no lo podemos controlar. Hay un speaker que coordina los cánticos y podemos asegurar que no se insulta a nadie. Este es nuestro comportamiento organizado”, recalca.
Y añade: “Si dentro o fuera de nuestro espacio sale un cántico que no toca, le corresponde al club identificar individualmente al infractor, porque tiene los medios y la potestad para hacerlo. Y que lo sancione o lo expulse, si lo puede probar. Pero lo que no puede es atribuirnos a los grupos y a todos sus miembros unos comportamientos individuales. Insisto, a lo mejor algunos gritos sancionables salen de fuera de nuestro espacio. Ya sabemos que al fútbol hay gente, incluso de tribuna, que va a desgañitarse. ¿Por qué debemos pagar justos por pecadores? Para arrancar unas malas hierbas el club se quiere cargar todo el jardín”.
Los grupos de animación ponen como ejemplo lo sucedido en otros estadios, como el del Real Madrid, en que los gritos racistas durante el Clásico comportó la identificación y detención de tres aficionados madridistas, no la “criminalización” de todo un colectivo. “Estamos estupefactos y dolidos”, dice Yarza, que recuerda que para entrar en el espacio de animación, en la grada norte de Montjuïc, cada socio debe pasar tres filtros: de la comisión disciplinaria del club, de seguridad del club y de los Mossos d’Esquadra. “Si alguno da problemas, es que se les ha escapado a ellos. Yo no puedo hacer de policía”.
“Xavi sí, Laporta no”
La Grada d’Animació surgió en la temporada 2016-17, bajo la presidencia de Josep Maria Bartomeu. En la pasada campaña se escucharon gritos de “Xavi sí, Laporta, no”. Las cuatro peñas dicen negarse a relacionar esos cánticos a la hostilidad de la actual presidencia hacia ellos. “Del club dicen que no tiene nada que ver. Pero parece que buscan cualquier excusa para acabar con la Grada”.
Yarza niega cualquier vinculación con los comportamientos de tinte xenófobo detectado en los desplazamientos de Champions a París o Mónaco, como el famoso ‘Heil Flick’. Los tilda de “nauseabundos, reprochables” y completamente ajenos a sus valores y a los de la Grada como colectivo.
Tampoco acepta un paralelismo entre la lucha de Laporta contra los Boixos Nois en 2003 y sus suspicacias ahora con ellos. “Quien nos relacione con esos grupos no sabe de qué està hablando. Los Almogàvers en concreto, el grupo mayoritario, llevamos 35 años, hemos visto pasar seis presidentes, hemos trabajado para llevar color al Estadi, hemos organizado tifos y nuestro comportamiento siempre ha sido ejemplar. Y ahora nos pagan de esta manera, con chantajes y decisiones muy poco democráticas. No se aguanta por ninguna parte”.
Corrección fulminante
Cuando en octubre declaró la guerra a los grupos de animación, un portavoz del Barça indicó que “se están infringiendo las normas reiteradamente. Debe haber una corrección fulminante para que se anime sin insultos ni cánticos ofensivos contra jugadores y aficiones”. Y recordó dos altercados. En el encuentro contra el Sevilla, los miembros de seguridad del club expulsaron del campo a cuatro miembros de la Grada d’Animació. Estas cuatro peñas protestaron en el partido frente al Bayern, negándose a acceder a sus localidades del Olímpic Lluís Companys hasta el minuto 5 del encuentro.
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Sobre la vuelta al Camp Nou, todo queda en el aire. Las cuatro peñas dicen tener “cero” información por parte del club. “La idea es que esta Grada d’Animació se pueda trasladar al Camp Nou, pero esto no ayuda. El Barça chocará frontalmente contra estas actitudes de insultos y menosprecio contra jugadores”, señaló el portavoz.
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