2024-08-03 05:15:00
Sporting y Queens Park Rangers (QPR) continuaron ayer cerrando los últimos flecos para formalizar el traspaso de Jonathan Varane. La operación está cerrada y pendiente de la firma y los chequeos médicos para anunciarse de forma oficial. El club rojiblanco ingresará entre fijos y variables cerca de 1,5 millones de euros por la venta del mediocentro francés, de 22 años. Varane llegó a Mareo a prueba para el Sporting Atlético en verano de 2022. Su rendimiento y, sobre todo, “status”, en el mercado han propiciado una operación que ha generado una importante plusvalía para el club gijonés.
La venta se produce ahora en un momento muy concreto, porque el centrocampista galo no era intocable para Rubén Albés, el nuevo entrenador del Sporting, mientras que su protagonismo en el equipo se había reducido de forma considerable en la última temporada por lo que su cotización también se ha mermado. Antes se habían rechazado ofertas más importantes en lo económico, como la del Norwich City el pasado enero e incluso se llegó a tasar al jugador en unos 3 millones de euros. La cantidad que saca finalmente el club es la mitad de esa tasación. En cualquier caso, en Mareo hay satisfacción por el montante en el que se cierra el traspaso y porque se ha ingresado una suma importante de dinero por un jugador que llegó a coste cero y que tenía una de las fichas más bajas de toda la plantilla.
Encajar los números en un club con un aparato tan importante como el Sporting en Segunda División sin desarmar el proyecto deportivo es el principal caballo de batalla para la organización. El club no es rentable financieramente en Segunda División. De hecho, presupuestó unas pérdidas de 7 millones de euros en 2022 y Orlegi Sports corrigió ese desfase con una ampliación de capital de 7 millones. En 2023, el club perdió 5 millones más. La operación de Jonathan Varane al QPR resume el modelo de actuación de Orlegi Sports en el Sporting –siempre y cuando no se consiga el ascenso a Primera División, que inmediatamente propiciaría otro contexto económico muy distinto–: generar plusvalías con traspasos para equilibrar las cuentas mientras se evita descompensar el proyecto deportivo. En total, el club ha generado cerca de 10 millones de euros en traspasos desde el cambio de manos: 3,2 millones de euros por la venta de Manu García al Aris; 2,8 más por el traspaso de Gragera al Espanyol; 2 por el traspaso de Pedro Díaz al Girondins; y ahora cerca de 1,5 entre fijos y variables por la salida de Jonathan Varane. La entidad ha perdido a varios activos importantes, lo que propicia cierto desgaste social, aunque esas ventas, como la campaña de abonados, han sido palancas clave para cuadrar los números, sostienen en la entidad.
La operación de Pedro Díaz ha sido la más cuestionable si se atiende a su resultado. El club se ve obligado ahora a pagar 2 millones de euros –200.000 euros menos de lo ingresado– por no avisar al Espanyol de las negociaciones abiertas con el Girondins de Burdeos. El golpe es mayor por las secuelas de la pérdida de la categoría profesionalidad del club francés, que llevaba años con problemas de liquidez, y que deja ahora al Sporting sin el 49% de los derechos del futbolista, que pasa a ser jugador libre para negociar por otro equipo. El club no ingresará ni un solo euro más por un futbolista que tiene ofertas de Primera División en España, y por el que debe negociar con el Espanyol cómo pagar esos 2 millones. El club catalán es además uno de los más interesados en firmar al canterano rojiblanco gratis, según apuntan distintas informaciones.
Masa salarial. En Mareo han marcado unos límites para el gasto en plantilla del proyecto deportivo y no se mueven un milímetro. Un ejemplo: la falta de acuerdo para renovar a Insua. La organización también se ha esforzado en los dos últimos años por rebajar su masa salarial. Algunos contratos eran hipotecas de los gestores anteriores. Otros fueron firmados con el cambio de propiedad y la inversión no llegó acompaña de un resultado, como la renovación de Djuka, muy crítica por directivos de la organización.
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El club rojiblanco lleva tiempo tratando de adecuar su escala salarial y se ha quitado este verano algunos de sus salarios más altos: Djuka, Vilallba, Izquierdoz, Rivera… Mientras que las contrataciones han llegado en su mayoría con contratos más bajos.
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