2025-03-08 18:13:00
Los puentes diplomáticos y comerciales entre España y Argelia se han levantado de nuevo tras dos años y medio de crisis. Sin hacer mucho ruido, en noviembre del año pasado se levantaron las restricciones a la importación de productos españoles. Un giro que se ha empezado a evidenciar en el plano diplomático este mes de febrero. En un mensaje en redes sociales, el presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, habló de España como país “amigo”, a raíz de un premio español que había recibido un escritor de su país. También se produjeron dos encuentros entre los ministros de Exteriores e Interior de ambos países. Gestos y reuniones con las que Argelia deja atrás el enfado que le produjo el apoyo del Gobierno español al plan de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental y que supuso que Argel retirara su embajador de Madrid, bloqueos económicos y comunicados acusando a España de “violar sus obligaciones legales, morales y políticas”. A pesar de estas consecuencias, la crisis no supuso un frenazo a la llegada de gas procedente del país magrebí.
El primer paso hacia el deshielo fue a finales de 2023 cuando Argelia pidió a España el visto bueno para mandar un nuevo embajador, mostrando así la intención de volver a contar con representante argelino en Madrid casi 20 meses después de haberlo retirado. Aunque no supuso un cambio en el bloqueo a los productos españoles que las autoridades argelinas habían decretado y que produjo pérdidas importantes en varios sectores, como el de la cerámica. No fue hasta un año más tarde, en noviembre de 2024, que se dio el aviso para que los productos pudieran volver a entrar al país. “A nivel comercial se ha recuperado el pulso“, relata una fuente conocedora de la situación, pero precisa: “Aunque se actúa como si no hubiera pasado nada, no es como antes, no es fácil recuperar clientes”.
“Ahora mismo estamos funcionando con normalidad y nuestra idea es que el sector vaya recuperando este mercado“, explica Manuel Breva, secretario general de ANFFECC (asociación empresarial de productores españoles de fritas, esmaltes y colores cerámicos). Las ventas de este sector pasaron de 2 millones euros en noviembre a 13,4 en diciembre, momento en que se desbloqueó, según datos del ICEX, la oficina comercial española. “Sin duda es una buena noticia que la cifra de ventas a Argelia en diciembre haya superado los 11 millones de euros. Confiamos en que siga esta senda y que Argelia vaya recuperando posiciones en el ranking de destinos. En el momento del bloqueo, hace dos años y medio, este mercado era nuestro segundo país de destino”, explica Breva.
Encuentros entre ministros
El primer apretón de manos se produjo el 21 de febrero, entre el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, y su homólogo argelino, Ahmed Attaf. Se reunieron en el marco del encuentro del G20 en Sudáfrica. Ambos acordaron “reforzar aún más los lazos”. Tres días más tarde, el ministro argelino del Interior, Brahim Merad, viajó a Madrid para reunirse con su homólogo, Fernando Grande-Marlaska. “Compartimos muchos intereses y retos comunes, con importantes desafíos que requieren, hoy más que nunca, respuestas conjuntas”, declaró el responsable español. Uno de los temas que estuvieron encima de la mesa fue la llegada de pateras a las costas de la península y Baleares. Marlaska agradeció a Argelia el “esfuerzo esencial” que considera que hacen. Dos encuentros con los que se ha restablecido la senda diplomática y con la que se ha roto el hielo tras la crisis, aunque todavía falta saber si se va a recuperar el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, que Argelia decidió suspender como represalia.
“Objetivamente, la situación entre España y Argelia no ha cambiado mucho. No hay un factor explicativo para este acercamiento, más allá de algunos gestos”, explica Laurence Thieux, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid. La sensación es que Argelia cortó lazos con España y ellos mismos los han retomado, ya que España no ha variado su posición sobre el Sáhara Occidental, que fue el detonante de la crisis. Según Thieux, “Argelia ha decidido aflojar, pero la relación con Madrid no es estable, pueden aparecer otras crisis”.
Argelia “no se puede permitir tantos frentes abiertos”, precisa la experta, como la crisis que mantiene actualmente con Francia o su pérdida de influencia en el Sahel. Las autoridades argelinas juegan continuamente con la idea de compensar una crisis con otro país, intentando mantener los lazos con Europa, relata. Cuando Argelia cortó con España, aumentó su cooperación con Italia. A medida que la disputa actual con París se ha ido agravando, Argelia se ha ido acercando a España. Precisamente uno de los motivos de enfado de Argelia con Francia llegó tras el reconocimiento de Emmanuel Macron de la soberanía marroquí sobre el Sáhara, aunque la relación entre estos dos países es mucho más compleja que con Madrid, tanto por el peso de la historia como por la importante comunidad argelina que vive en Francia.
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