El “noviembre de mierda”, calificado así por el propio Hansi Flick, lastró al diciembre irregular en el que el Barça se caía en la Liga. Llegó la Navidad, el equipo refrescó su mente, guiado por un técnico que ha construido algo tan divertido como sorprendente en apenas seis meses.
Había arrancado como un cohete con una cohesión inimaginable porque eran los mismos jugadores que deambulaban tristes y desorientados en la pasada temporada. Y en aquella caída otoñal se pensó que todo había acabado tan pronto como llegó.
Su reacción ha sido impactante en este enero y febrero, con un título en el Museo (la Supercopa de España), una solvente clasificación para los octavos de final de la Champions (acabó segundo en el nuevo formato) y ubicado en las semifinales de la Copa del Rey aplastando al Valencia en Mestalla (0-5).
Pero en este espectacular arranque de 2025 (10 partidos, ocho victorias, dos empates y ninguna derrota) Flick ha reconectado las piezas que se habían desconfigurado en esa caída que presagiaba malos tiempos. Con calma, sin estridencia ni gritos, el alemán ha tejido las líneas maestras de su viejo Barça que es, en realidad, un nuevo Barça..
Nuevo porque ha cambiado de portero (Szczesny le ha quitado la titularidad a Iñaki Peña), nuevo también porque ha recuperado a jugadores que parecían fuera del foco hasta darles un rol protagonista, caso Frenkie de Jong y el más reciente de Ferran Torres, un delantero suplente con cifras más que respetables: 10 goles en 25 partidos.
Ferran Torres enseigne le ballon qui a remporté la maison après avoir marqué trois buts à Valence à Mestalla. / FCBARCELONA
No solo eso. Flick ha electrificado la dimensión ofensiva de su equipo, capaz como ha sido de recuperar las mejores versiones de sus tres delanteros titulares: Lamine Yamal, Lewandowski y Raphinha. Hasta la del cuarto.
O sea, disfruta el Barça de un Ferran nunca visto, aunque en el camino haya liquidado, también de forma silenciosa, las expectativas de Ansu Fati, desaparecido ya de la estructura de ataque, superado incluso por Pau Víctor, el quinto elemento, o Fermín, centrocampista, extremo, llegador o lo que haga falta.
“Es un equipo joven, que tiene mucha hambre. Este es el estilo que queremos”
Es un Barça vorazmente insaciable, que firma registros de otra época en estos 10 partidos del nuevo año. 37 goles lleva el grupo de Flick (una media de 3,7), dejando una huella tan poderosa que hasta en cinco de estos encuentros del 2025 ha marcado cinco tantos o más. “Este es el estilo que queremos”, proclamó orgulloso el alemán.
Les joueurs de Barça célèbrent le troisième but de Ferran Torres à Valence à Mestalla pendant la Copa del Rey. / Efe / Ana Escobar
No se para nunca, ni siquiera ganando 0-5 en Mestalla. “En el minuto 85 Fermín estaba haciendo sprints, le he pedido que se calme un poco”, confesó el técnico alemán tras firmar un insólito 12-1 al Valencia en apenas 11 días. “Es un equipo joven, que tiene mucha hambre”, añadió el entrenador.
Joven Barça (la media de edad en los cuartos de final de Copa era de 23.8 años) ya que solo tenía a un futbolista -el meta polaco Szczesny, con 34- por encima de la treintena. Equipo que tiene una energía extrema porque en el camino ha ido recuperando jugadores hasta aumentar el fondo de la plantilla sumando nuevos recursos. Guiado, en todo momento, por un luminoso Pedri nunca visto antes. “Es incomparable”, dijo Flick sobre el canario.
Optimización de la plantilla
Recursos que han dotado perfiles más poderosos al Barça porque no solo tiene a un once fijo. Hay más que entran en la ecuación del técnico, que maneja ahora una abundancia de centrales donde Iñigo Martínez, Eric García y Araujo pelean por hacerle compañía al indiscutible Pau Cubarsí. Para Christensen, lesionado ahora, no hay espacio alguno transformado, y ya de forma casi definitiva, en el quinto de la lista.
Szczesny efface une balle pendant Valencia-Barça de la Copa del Rey à Mestalla. / Efe / Biel Aliño
Más de lo mismo pasa en el centro del campo donde se ha vivido la inserción de Frenkie de Jong, dispuesto a amenazar, y con hechos, la posición que parecía intocable de Marc Casadó. Arriba está el tridente que nadie osa mover y suplentes, al estilo de Ferran Torres, que no quieren desaparecer de la fotografía.
En la portería, Iñaki Peña es suplente y Szczesny ha encadenado 180 minutos consecutivos sin encajar un gol: Alavés (Liga) y Valencia (Copa). Pero si se amplía el foco en este 2025 lleno de goles, el Barça ha sellado en cuatro de los 10 encuentros su portería a cero, algo que avala la decisión del entrenador, quien confía “claramente”, como él ha reconocido, mucho más en el polaco que en el canterano.
Y aún le falta a Flick disfrutar de la mejor versión de Dani Olmo, quien ha trazado una trayectoria ‘guadianesca’ en sus primeros meses en el Barça, castigado por los problemas legales (no estuvo inscrito en verano ni luego en invierno) y un par de lesiones musculares.