2025-01-18 00:01:00
Once minutos llevaba sobre el césped del RCDE Stadium cuando llegó su primer remate con la camiseta perica. Jamás habría imaginado un debut mejor. El cabezazo a la red de Roberto Fernández, el delantero cordobés fichado el pasado martes, dio el triunfo al Espanyol en otro agónico duelo ante el Valladolid (2-1). Un mes y medio después de la última alegría, también en casa ante el Celta, el cuadro perico rompió la racha de cinco jornadas sin ganar, tomó oxígeno y durmió fuera del descenso. Así seguirá al final de la jornada salvo que el Alavés derrote este sábado al Betis en Sevilla.
[–>[–>[–>[–>Hacía falta un subidón así en Cornellà después de demasiadas decepciones. Las tres últimas citas en casa concluyeron con tres empates ante Osasuna, Valencia y Leganés, insuficientes para un conjunto que basa todas sus esperanzas de salvación en su rendimiento en Cornellà. Ante el bloque pucelano esperaba otra final. El Espanyol abrió la Liga el 19 de agosto en Zorrilla con una derrota por la mínima (1-0) y este viernes inauguró la segunda vuelta devolviendo el golpe a un rival directo, otro recién ascendido que visitaba a los pericos después de doblegar al Betis.
[–>[–>[–>[–>Larguero de Cabrera
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Con Sevilla, Madrid y Real Sociedad como próximos escollos, la victoria ante el Valladolid resultaba trascendental para afrontar con menos pesimismo el futuro. Un solo cambio introdujo Manolo en el once respecto al decepcionante empate logrado ante el Leganés. Véliz entró por Jofre en una puesta en escena similar a la de aquel choque con un Espanyol intenso y volcado. Si ante el cuadro madrileño inauguró Cabrera el marcador con un poderoso cabezazo este viernes estuvo a punto de repetirse la historia, pero el testarazo del uruguayo se estrelló en el larguero.
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Cabrera se dirige vers le match contre Valladolid ce vendredi. / Quique García / EFE
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Lejos de prolongar su dominio, el equipo perico empezó a titubear en una batalla alocada en la que se imponían las imprecisiones, los errores y el descontrol. Poco faltó para que el Valladolid tomara ventaja, pero Joan García se agigantó ante Lucas Rosa para evitar el drama. El desarrollo del choque dejaba en evidencia los males de ambos equipos, dos plantillas con escasos mimbres condenadas a sufrir.
[–>[–>[–>[–>Golazo de Puado
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En un duelo de alta intensidad y más voluntad que acierto, el talento quedaba en poder de dos futbolistas, uno por bando. Javi Puado asumió la responsabilidad para el Espanyol, mientras Raúl Moro, un exquisito extremo pretendido por el Ajax y el Celtic, causaba estragos en la retaguardia local. Fue el canterano perico el que golpeó primero con un ajustado zurdazo precedido de un fantástico control con la derecha (m. 31).
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Puado, au centre, célèbre le 1-0, félicité par Véliz et Král. / Quique García / EFE
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Nuevamente el Espanyol se ponía por delante en casa, una película ya vista ante el Valencia y el Leganés. En ambas citas duró poco la alegría y cerca estuvo de pasar lo mismo este viernes. Solo la inoperancia de Marcos André, que disparó alto en una posición franca, y una nueva intervención de Joan García en un tiro envenenado de Moro permitieron a los blanquiazules llegar por delante al intermedio.
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Los cambios de Manolo
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El marcador era la mejor noticia para un Espanyol que al descanso iba por detrás en todos los apartados estadísticos, desde la posesión a los remates, pasando por los duelos ganados, pases efectuados o córners. No mejoraron las sensaciones en el inicio de la segunda parte y el Valladolid transformó la pena por la lesión de Raúl Moro en una alegría con el tanto de falta de Javi Sánchez que recuperaba las tablas.
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Manolo González, lors du match de ce vendredi contre Valladolid. / AFP7
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Tocaba remar de nuevo y Manolo apostó por agitar el árbol con cambios ofensivos y el debut de Roberto Fernández, tres días después de su fichaje. No quedaba otra. El técnico gallego acertó de lleno en sus decisiones y el punta andaluz selló el triunfo con un testarazo letal tras un centro El Hilali. Aún tuvieron que sufrir los 23.500 pericos que acudieron al estadio, pero mereció la pena. El Espanyol está fuera del descenso.
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