2024-09-16 19:47:14
Las elecciones en el Reino Unido, celebradas el pasado 4 de julio, pulsaron el botón de pause en las negociaciones entre el Gobierno de España y Reino Unido sobre el Gibraltar. Bruselas entendió que su papel como intermediario en la mesa entre ambos ejecutivos para alcanzar este acuerdo debía retomarse una vez hubiera un gobierno definutivo en Downing Street. Y ya nada más se supo del papel de la Comisión Europea, enfrascada en sus propias negociaciones con los estados para el colegio de comisarios, al respecto de este asunto.
Hasta este jueves, en que Bruselas acogerá una nueva reunión a nivel ministerial con la presencia de Marcos Sefcovic, el vicepresidente de la Comisión Europea encargado de esta cuestión en representación de los intereses de los Veintisiete. El anuncio se produce tras el encuentro mantenido en Londres entre el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y su homólogo británico, David Lammy. Sin embargo, ya habían abordado este asunto antes: tras la llegada del nuevo Gobierno laborista al poder el 4 de julio y en los márgenes de la cumbre de la OTAN en Washington días más tarde.
En un mensaje en X, Lammy celebra que “el Reino Unido está restableciendo lazos con Europa”.
La Verja, el aeropuerto y el control policial, los puntos clave
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Sobre el terreno, el verano pasó en blanco y sin noticias para los alcaldes del Campo de Gibraltar y sólo la reciente visita de Fabián Picardo, ministro principal del Peñón, al ministro de Exteriores británico, en Londres, el pasado 4 de septiembre, colocó de nuevo en la agenda un asunto trascendental para la economía de la comarca y para los más de 15 mil trabajadores transfronterizos.
Uno de los puntos clave de este acuerdo pasa por la eliminación de la verja, un paso fronterizo que este verano, como casi desde siempre, ha sido escenario de larguísimas colas de coches y peatones para su acceso y salida de la colonia británica. El uso compartido del aeropuerto y, sobre todo, la custodia de los puestos fronterizos en aeropuerto y puerto son dos de los puntos de mayor controversia entre las partes.
Según fuentes consultas por este medio, por ahora, no ha habido toma de contacto del Ministerio de Exteriores con los ayuntamiento de la zona ni tampoco con la Junta de Andalucía.
Por su parte, el ministro principal de Gibraltar ha reconocido que “todavía hay cuestiones técnicas que resolver” si bien se ha mostrado “optimista” de que aún es “posible” llegar a un acuerdo “beneficioso para todos y que llegue una prosperidad renovada y fortalecida a toda la región”.
Ahora, además, el tiempo apremia habida cuenta por un lado de que la actual Comisión Europea, que es quien negocia en nombre de la UE, tiene fecha de caducidad -noviembre o como muy tarde diciembre- mientras que el próximo 10 de noviembre entrará en vigor el nuevo Sistema de Entradas y Salidas (SES) del espacio Schengen y el nuevo Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS, por sus siglas en inglés).
Primera vez desde el Brexit con gobiernos alineados en Londres, Madrid y Gibraltar
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Después de las elecciones británicas, que mandaron a la oposición a los tories de Rishi Sunak, es la primera vez desde el Brexit que los gobiernos Londres (Starmer), Madrid (Sánchez) y Gibraltar (Picardo) están alineados políticamente.
Cosa diferente es que en el conflicto de Gibraltar, que hunde sus raíces en 1713, la sintonía política entre socialistas y laboristas se deje a un margen para anteponer los intereses de la colonia. De hecho, tras la reunión con Picardo, Lammy escribió en X que sólo acordaría un pacto “en unos términos que satisfagan a Gibraltar”.
Gibraltar, de hecho, es el asunto de conflicto por excelencia entre ambos países, si se percibe desde la óptica de la capitales (desde la comarca los matices son mayores). En julio, después del triunfo de la selección española de fútbol en la Eurocopa, los cánticos de Álvaro Morata durante la celebración, al grito de “Gibraltar, español”, provocaron un sonoro cabreo en la Roca. En una nota, el gobierno de Picardo criticó que se trata de “una mezcla totalmente innecesaria de un gran éxito deportivo con declaraciones políticas discriminatorias que resultan enormemente ofensivas para los gibraltareños”.
Bruselas ante una negociación que se eterniza
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Hasta la fecha, Bruselas ha acogido dos reuniones en este formato, en las que además de Sefcovic, ha participado el ministro de Exteriores británico, Lammy, su homólogo español, Albares, y el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo.
La presencia del Ejecutivo de la colonia británica ha sido uno de los puntos que mayor controversia con las autoridades locales. La pasada primavera el Gobierno de Juan Manuel Moreno criticó que el gobierno de Gibraltar se sentará al mismo nivel que dos gobiernos soberanos y reclamó, por tanto, estar presente en esas reuniones.
La última vez de una reunión de este formato fue el pasado 16 de mayo, con David Cameron aún como ministro de Exteriores británico. Entonces, después de seis horas de reunión, se informó de que había habido “importantes avances y áreas adicionales de acuerdo” y las partes constataron que el acuerdo estaba “cada vez más cerca” y se emplazaron a verse de nuevo.
Más de dos años de negociación
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Bruselas y Londres negocian desde hace más de dos años el acuerdo que regirá la relación de Gibraltar con la UE tras el Brexit pero lo hacen sobre la base del llamado Acuerdo de Nochevieja alcanzado por el Gobierno español y el británico el 31 de diciembre de 2020.
Sobre la mesa está, según ha repetido en numerosas ocasiones Albares, una propuesta de acuerdo “equilibrado” planteada por Madrid y Bruselas. Así las cosas, el ministro ha puesto el peso sobre Londres, en cuyo “tejado” ha situado la pelota. A su vez, el nuevo Gobierno laborista británico ha manifestado su voluntad de alcanzar un acuerdo, pero ha dejado claro que no hará nada con lo que no esté de acuerdo el Gobierno gibraltareño.
El objetivo último es la creación de una zona de prosperidad compartida entre el Peñón y el Campo de Gibraltar, para lo cual está prevista la supresión de la Verja.
A cambio, los controles de acceso al espacio Schengen deberían trasladarse al puerto y el aeropuerto de Gibraltar, donde en un primer momento habría presencia de agentes de Frontex, la agencia de fronteras europea. Este es uno de los puntos más espinosos junto con el uso del aeropuerto y la base militar en el Peñón.
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El Gobierno gibraltareño ya advirtió el pasado mes de julio a sus ciudadanos de esta contingencia, en virtud de la cual se restablecerán los controles en la Verja, siendo obligatorio el escaneo del pasaporte y facilitar los datos biométricos antes de cruzar, si bien una vez en este sistema ya no será necesario repetir el proceso, sino que habrá sistemas de reconocimiento facial que lo agilicen.
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