En una época en la que los modelos de juego en el mundo del fútbol se ponen en duda más que nunca, el famoso ‘Catenaccio’, que definió durante muchos años el estilo de fútbol italiano, parece haber renacido. En este sentido, en esta edición de la Champions League, Inter de Milán y Atalanta son los únicos dos equipos que todavía no han recibido ningún gol hasta la fecha.
Un dato que, en el caso del Inter, le ayuda a mantenerse en la quinta posición de la liguilla de la Liga de Campeones. Por otro lado, el Atalanta es noveno, tan solo un escalón por debajo de las posiciones de acceso directo a octavos de final de la competición. Dos equipos que hacen de la defensa su eslabón más potente en la máxima competición del fútbol europeo.
Por un lado, el conjunto ‘neroazzurri’, más allá del triunfo en el Giuseppe Meazza por 4 a 0 ante el Estrella Roja en la segunda jornada, ha firmado dos triunfos por la mínima, por 1 gol a 0. Además del empate sin goles ante el Manchester City en la primera fecha de la competición. Por otro lado, los de Gian Piero Gasperini han logrado dos triunfos con ventajas holgadas, 0-3 ante el Shakhtar y 0-2 frente al Stuttgart. Sin embargo, sus dos empates se han saldado sin goles.
No obstante, las dinámicas de ambos en la liga doméstica son bien distintas en comparación con la Champions. Inter y Atalanta, con el permiso del Nápoles que lidera la competición, se sitúan respectivamente en la segunda y tercera posición de la clasificación en la Serie A esta temporada. Si bien el desempeño de ambos está siendo cuanto menos notable en las dos competiciones, sus estilos son bien diferentes. Y es que en el Calcio, sus goles encajados no destacan por su escasez. Más bien todo lo contrario. El equipo dirigido por Simone Inzaghi ha recibido 13 tantos en los 11 partidos disputados en la liga italiana. El segundo que más ha encajado entre los siete primeros clasificados. Pero es que los de Gasperini son el conjunto más goleado entre estos siete primeros equipos junto con la Lazio, con 14 tantos.
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Por lo tanto, Inter y Atalanta muestran dos versiones bien distintas en función de la competición que disputan y, con ello, una gran capacidad para dominar diferentes registros del juego. Lo que es evidente es que ambos equipos ponen el cerrojo en Europa y, hasta el momento, no parece ser un mal negocio.