2024-06-01 10:49:37
El catalán Marc Márquez (Ducati), de 31 años, ocho veces campeón del mundo y de vuelta con toda su energía, determinación, arrojo y velocidad, sigue marcando muchos de los destinos y decisiones del ‘paddock’ de MotoGP, como ya ocurriera, el pasado año, cuando todo el mundo estuvo pendiente de saber si se atrevería a dejar el equipo Honda, tras 11 años en su seno y seis títulos mundiales de MotoGP a sus espaldas, para abrazar un nuevo proyecto que, según él, debía permitirle saber si era o no tan competitivo como en el 2019. Y, sí, lo es.
Llegada la séptima carrera de la temporada, con multitud de pilotos en duda, en el aire, varios asientos oficiales, de los buenos, sin designar, Márquez ha vuelto a intervenir y, de nuevo, parece que será decisivo a la hora de confeccionar la parrilla de MotoGP de los próximos dos años. Esta vez, las opciones del mejor piloto del mundo, del más eficaz, del que cuenta con más seguidores, pasan, primero, por conocer la decisión de la fábrica Ducati, dominadora a placer del campeonato, que debe decidir quién será su segundo piloto en las dos próximas temporada.
Cosa de dos, no más
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Es evidente que, pese a que digan que forma parte de la terna a elegir, lo cierto es que el italiano Enea Bastianini, actual compañero de ‘Pecco’ Bagnaia, está totalmente descartado para continuar pilotando la segunda ‘Desmosedici’. Por tanto, la decisión, aún en el aire aunque muy perfilada, pasa por atreverse a fichar a Márquez, que ha demostrado ser tan bueno con la moto 2023 que con la 2024, o dar, por fin, la oportunidad a Jorge Martín, subcampeón del mundo que, ya el año pasado, hizo méritos suficiente para llegar al equipo oficial, después de pelearle el título a Bagnaia hasta la última carrera.
Perfectamente consciente de todo ello y, sobre todo, sabedor de que Ducati Corse ya ha decidido apostar por ‘Martinator’, Márquez decidió incendiar Mugello, la casa de la firma de Borgo Panigale, para tratar de retrasar, cosa que logró con su pericia, el anuncio, probablemente, hasta la llegada hoy de Claudio Domenicali, CEO de la marca italiana, a Mugello.
Siempre se ha dicho que en el seno de Ducati hay un pulso, que, de momento, está ganando el ingeniero y gurú de la firma, Gigi Dall’Igna, favorable a la contratación del campeonísimo catalán al que ya logró colocar en el equipo ‘satélite’ del desaparecido Fausto Gresini, y Domenicali, que no quiere a Márquez en su equipo oficial, pues, al igual que declaró ayer el propio Bagnaia, podría alterar el buen ambiente que reina en el seno de la escudería campeona. Es más, Domenicali, el pasado año, llegó a reconocer, en declaraciones al diario ‘Marca’, que fichar a MM93 era “algo peligroso”.
Sabedor, insisto, de que Ducati tiene la idea de fichar a Martín, aunque aún no se ha atrevido a anunciarla (de ahí la listeza de Márquez de mover el árbol, nada más llegar a Mugello), el catalán dijo, con enorme contundencia, que él no iría al equipo Prima Pramac a ocupar la plaza que dejaría Martín, aunque su Ducati fuese oficial del 2025, porque no lo considera un ‘team’ oficial. “Yo quiero una moto oficial, en una estructura de fábrica y me da igual la marca y el color. Quiero la última tecnología, una moto con todos los avances, pues es la única manera de pelear por el título en MotoGP”.
Sorpresa absoluta
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Dijo eso y se dispararon las alarmas. Primero, en Ducati Corse, pues sus planes, sus sueños, pasaban por ascender a Martín y ofrecerle a Márquez el mejor material 2025…pero en el equipo Prima Pramac, precisamente el que el ocho veces campeón rechazó nada más pisar Italia. Y la marca italiana tuvo que empezar a meditar una nueva estrategia para intentar impedir que MM93 saliese de su radar. Y en esas están, esperando la llegada hoy de Domenicali a Mugello para lamerse las heridas, sabedores de que si quieren a Martín, que ya ha dicho que dejará Pramac lo asciendan o no Ducati, deberán perder a Márquez, el sueño de Dall’Igna.
“Nos han sorprendido las declaraciones de Márquez sobre Prima Pramac. No nos las esperábamos. La idea sobre quién será nuestro segundo piloto el año que viene existe, pero la decisión aún no está tomada”
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Mauro Grassilli, nuevo Director Deportivo de Ducati, acaba de declarar a ‘Marca’ que les duele que Márquez haya despreciado a Pramac, con quien le une una bella historia. “No nos esperábamos unas declaraciones así, nos han sorprendido, sí. La decisión sobre nuestro segundo piloto el año que viene aún no está tomada. Tenemos una idea, la hemos comentado con los representantes de los pilotos, pero aún no es firme”, reconoció Grassilli. Y, sí, todo parece indicar que será Martin el futuro compañero de Bagnaia, de ahí la piedra lanzada por Márquez en el apacible lago de Ducati Corse.
Márquez insiste en que tiene tres opciones sobre la mesa, las tres oficiales y las tres muy competitivas en 2025. Le gusta una, Ducati Corse, más que las otras dos o tres, posiblemente KTM, Aprilia o, quien sabe, MVAugusta, que es KTM y podría debutar en la escudería Tech3, equipada ahora con sus GasGas, que también son KTM. Márquez no se fija en el dinero, la prueba es que renunció a un montón de millones de euros en Honda, que tenía firmados, para dar el salto a Gresini-Ducati. Y tampoco le importaría tener que adaptarse, de nuevo, a otra moto distinta a la Honda (2023) y a la Ducati (2024). “No me apetece, desde luego, tener que adaptarme a otra moto y, tal vez, a otro estilo de pilotaje, pero no lo descarto en absoluto”.
“Quiero una moto oficial para el 2025, con el apoyo de una fábrica, con la última tecnología. No me apetece tener que adaptarme, de nuevo, a una moto distinta de la actual, pero no lo descarto”
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Paolo Campinoti, dueño de Prima Pramac, que tiene, dicen, muy buen rollo con MM93 (“antes de hacer esas declaraciones, me vi con Campinoti, con quien siempre hablamos cara a cara, y le dije lo que pensaba”), puso en órbita a Gino Borsi, máximo responsable de su escudería, para aclarar las palabras de Márquez. “Tenemos mucho respeto por un ocho veces campeón del mundo, solo puedo decir que Pramac es un gran equipo, somos una gran familia, tenemos muy buenos valores y cada año hacemos aún un mejor trabajo. En 2023, hicimos historia y ganamos el campeonato por equipos, primera vez que lo lograba un privado, estuvimos luchando por el Mundial y este año Jorge Martín está liderando el campeonato y tenemos una nueva oportunidad. Cada vez que salimos a pista somos mejor equipo”, dijo Borsoi.
Ni que decir tiene que Martin también saltó al ruedo. “Sería feliz de ganar el Mundial de pilotos en Prima Pramac, por supuesto, sigue siendo nuestro objetivo, diga lo que diga Marc (Márquez). Yo soy muy feliz en esta escudería, que me lo ha dado todo y donde me siento muy a gusto”. Todo eso esverdad, pero ‘Martinator’ ya dijo, nada más empezar el año, que este sería, con o sin Ducati, con o sin la oportunidad de dar el salto al equipo oficial italiano, su última temporada en Prima Pramac, lo que demuestra que muy, muy, contento no está.
Y es que tanto Martín como Márquez, pilotos ya con mucho recorrido en MotoGP, saben perfectamente lo que significa estar o no en una estructura oficial, de fábrica. En el caso de Ducati, concretamente, significa tener a Dall’Igna sentado en tu sillón, mientras tú das vueltas al circuito y, a continuación, que el ‘gurú’ te atienda directamente, después de consultar con los diez ingenieros que trabajan a su alrededor en el equipo oficial, con la telemetría de los otros siete pilotos en sus manos. Estar en un equipo satélite, sea el rico Pramac o el modesto Gresini, es esperar a que Dall’Igna piense en ti y, tras atender a Bagnaia y Bastianini, pasarse por tu boxe. Eso, al margen de que las piezas e innovaciones, llegan más tarde a los ‘satélites’.
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Es por ello que, pese a ser consciente de que Ducati Corse ya ha decidido ascender a Martín, Márquez juega sus últimas bazas dejando caer, en Mugello, la bomba de que no irá al Prima Pramac, ni siquiera con la Ducati 2025.
KTM asciende a Pedro Acosta a su equipo oficial
Hay situaciones, incluso en el deporte de élite, que no se entienden y eso que, a menudo, son protagonizadas por personas, ejecutivos, dueños, millonarios, directores generales y CEO, incluido, que han triunfado en la vida, pero no poseen el olfato necesario para darse cuenta que, a veces, tienen un brillante, puro oro, una mina de litio, ante ellos y no la ven.
La firma austriaca KTM, que no solo vende un montón de motos estupendas, que no solo es digna competencia de los japoneses y, por descontado, de Ducati y Aprilia, todo un imperio de sabios, patrocinados por Reb Bull, otra marca impresionante, no quería al murciano Pedro Acosta, el pasado año. Bueno, lo quería, sí, ¡solo faltaría!, pero no sabía qué hacer con él, donde colocarlo en el 2024.
Se repite la historia
Mientras el ‘tiburón de Mazarrón’ ganaba, con una mano, su segundo título mundial (Moto2) y todo el ‘`paddock’ pedía a gritos que KTM lo anunciase como piloto oficial del 2024, los jefes de KTM iban mirando al cielo porque, decían, que ya tenían todos los huecos llenos. Hablaban de Brad Binder, Jack Miller o Pol Esprgaró.
Al final tuvo que ser el bueno y profesional de ‘Polyccio’ quien les hizo ver que Acosta era el futuro y que él le dejaba encantado tu moto para 2024. Y así fue como KTM le encontró un sitio al ‘tiburón’. Y, ahora, comprobado que, en efecto, Acosta era la bomba, le ha dicho al australiano Jack Miller que lo sentían mucho, pero que el ‘tiburón de Mazarrón’ se subirá en su KTM oficial en 2025. Cierto, su GasGas actual, ya es ‘pata negra’, pero en un equipo ‘satñelite’ y eso no vale. O no vale tanto. Acosta ha firmado un contrato de dos años, pero es un contrato indefinido. KTM, por fin, se ha dado cuenta del brillante que tenía en sus manos.
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