2024-03-30 09:00:52
El plĂĄstico ya ha penetrado en el cuerpo humano: se ha detectado en el hĂgado, el colon, el bazo, los ganglios linfĂĄticos, la placenta y la leche materna. Ahora, un estudio lo ha detectado en las placas de colesterol sacadas por cirugĂa de la arteria carĂłtida de enfermos cardiovasculares.Â
Lo inquietante del hallazgo es lo siguiente: aquellos pacientes en cuyas placas se anidaba el plĂĄstico tuvieron cuatro veces mĂĄs accidentes cardiovasculares, en los tres años sucesivos, que aquellos cuyas placas estaban libres de plĂĄstico. AsĂ lo ha revelado un estudio que ha detectado por primera vez esta posible conexiĂłn. Se ha publicado en el ‘New England Journal of Medicine (NEJM)’, una de las revistas de referencia en medicina.
ÂżReducir el plĂĄstico en el cuerpo prevendrĂa los infartos? Es pronto para sacar conclusiones. Posiblemente, esas trazas no sean una causa, sino un espĂa de otros causantes mĂĄs importantes, como la clase social, la ocupaciĂłn o el ambiente de esos pacientes.Â
En cualquier caso, el hallazgo pone mås presión sobre el Tratado Global sobre la Contaminación por Plåstico, en negociación en las Naciones Unidas. La producción de esta sustancia ha pasado de dos millones de toneladas en 1950 a 400 millones hoy. El 40% de ello es de usar y tirar. En el editorial que acompaña el estudio, el NEJM llama a poner coto inmediatamente a su producción.
Un 2% de plĂĄstico
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El estudio implicĂł en 2020 a 312 enfermos cardiovasculares de hospitales de NĂĄpoles, en Italia. âSon pacientes que tĂpicamente habĂan tenido infartos previos y necesitaban cirugĂa para limpiar sus arteriasâ, explica Sanjay Rajagopalan, cardiĂłlogo de la Universidad Case Western Reserve, en EEUU, y coautor del trabajo.Â
La cirugĂa consiste en hacer una pequeña incisiĂłn en la arteria carĂłtida (la que se emplaza en ambos lados del cuello) para sacar las placas de colesterol y otros tejidos que la obstruyen. âNormalmente, se tirarĂan, pero con los colegas de NĂĄpoles las sometimos a una variedad de anĂĄlisisâ, explica Rajagopalan.
El anĂĄlisis con espectroscopia de masa revelĂł que en las placas del 60% de los pacientes habĂa microplĂĄsticos y nanoplĂĄsticos: partĂculas de esa sustancia de tallas de micras (milĂ©simas de milĂmetro) o nanĂłmetros (millonĂ©simas de milĂmetro). En particular, abundan los segundos, que por su Ănfimo tamaño superan mĂĄs fĂĄcilmente las barreras del organismo.
âLos materiales eran polietileno, que se usa en toda clase de contenedores y polivinilo, la sustancia con la cual se construyen la mayorĂa de las tuberĂasâ, afirma Rajagopalan. El plĂĄstico formaba alrededor del 2% del total de las placas, estima el cientĂfico. âNo deberĂa haber plĂĄstico en las arterias. Incluso unos pocos microgramos son una cantidad significativaâ, afirma.
âDesde los primeros hallazgos, las trazas de plĂĄstico se han encontrado en una variedad de tejidos. No es raro que se encontraran en las arterias. Estos estudios demuestran que estamos realmente expuestosâ, afirma Ethel Eljarrat, quĂmica del Instituto de DiagnĂłstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), no implicada en el trabajo.
Cuatro veces mĂĄs infartos
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Los investigadores siguieron la muestra de pacientes durante los tres años sucesivos. âLos que tenĂan micro y nanoplĂĄsticos tuvieron un riesgo cuatro veces y medio mayor de tener accidentes cardiovasculares respecto a los que no los tenĂanâ, explica Rajagopalan.
La escena que los cientĂficos vieron cuando observaron las placas con un microscopio electrĂłnico sugiere lo que podrĂa estar ocurriendo. Las imĂĄgenes enseñan macrĂłfagos â cĂ©lulas del sistema inmunitario que actĂșan de âbasureros del organismoâ, segĂșn Rajagopalan â intentando tragar y procesar las partĂculas de plĂĄstico. Â
âPosiblemente, las partĂculas desencadenen en el organismo una serie de pasos dirigidos a deshacerse de los intrusos, que sin embargo tambiĂ©n resultan en inflamaciĂłn. Cuando esta se prolonga porque hay una entrada continua de partĂculas, la inflamaciĂłn puede dar lugar a infartosâ, explica el investigador. El mecanismo serĂa el mismo que ocurre frente a la formaciĂłn de cristales de colesterol.
El plĂĄstico: Âżcausa o espĂa?
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No obstante, esa interpretaciĂłn no estĂĄ ni mucho menos confirmada. âSi se miran los datos en detalles, hay cosas que llaman mucho la atenciĂłn: los pacientes en los cuales se deposita mĂĄs plĂĄstico tienen muchos mĂĄs factores de riesgo cardiovasculares: mĂĄs hipertensiĂłn, mĂĄs triglicĂ©ridos, diabetes, antecedentes de cardiopatĂa isquĂ©micaâ, observa Antonia Sambola, cardiĂłloga del Hospital de la Vall dâHebron, no implicada en el trabajo.Â
En otras palabras, puede que esta poblaciĂłn tenga otros factores mucho mĂĄs importantes que expliquen su peor estado cardiovascular sucesivo. La presencia de trazas de plĂĄstico podrĂa ser una coincidencia. Desde su profesiĂłn, hasta la calidad del ambiente donde viven estas personas, son muchos los factores que podrĂan explicar tanto los infartos como la presencia de mĂĄs plĂĄstico, sin que hubiera relaciĂłn entre estas dos cosas. âNo veo que se haya establecido una relaciĂłn de causa-efecto con estas partĂculasâ, afirma Sambola.Â
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âHemos encontrado una asociaciĂłn, no una causalidad. Este estudio abre una hipĂłtesisâ, admite Rajagopalan. âSin embargo, los plĂĄsticos no deberĂan estar en nuestro organismo. No los queremos en una arteria que lleva sangre al cerebro. Es necesario averiguar quĂ© efecto tienen. De momento, en los sitios donde se han encontrado, se ha visto que no hacen nada de buenoâ, añade.Â
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