2024-09-14 18:10:33
Cuando Pablo Silva cuenta la historia de cómo empezó su negocio es fácil caer en el paralelismo de las grandes ‘startups’ estadounidenses. Como algunas de ellas, las que han encontrado la clave de la fortuna, su negocio empezó en un garaje y se ha convertido a día de hoy en un imperio. PicSil no vende teléfonos móviles, ni se ha convertido en una red social, pero es quizás una de las marcas más conocidas en el mundo del CrossFit. Vende en más de 60 países y espera alcanzar este año unas ventas de más de 14 millones de euros.
Su negocio nació por necesidad, y es que tanto Pablo como su hermano gemelo practicaban CrossFit en Cintruénigo, la pequeña localidad navarra de dónde proceden. “Dio la casualidad que en nuestro pueblo abrió uno de los primeros boxes de España. Empezamos a practicar los dos y un día, hablando con nuestro primo, que entrenaba más que nosotros, nos dimos cuenta de que hacían falta algunos accesorios que era imposible encontrar en España”, rememora el empresario. En ese momento, a pesar de que el CrossFit acababa de aterrizar en Europa y era todavía un deporte incipiente, muchos empezaban a echar en falta accesorios básicos como las calleras. “Mi primo se destrozaba las manos entrenando y como yo ya tenía experiencia en traer cosas de Asia, busqué un proveedor que nos pudiera traer calleras”, cuenta. Al poco tiempo de empezar a venderlas en plataformas como Ebay y Milanuncios, se dieron cuenta de que cada vez les iba mejor y vendían a un ritmo que el proveedor no era capaz de responder. “CrossFit era cada vez más conocido, tenía más practicantes y la demanda era mayor. Así que decidimos producir aquí”, recuerda Pablo.
‘Made in Spain’
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Entonces, empezó a desarrollar su producto estrella: las calleras. A día de hoy se distribuyen en más de 60 países y se han convertido en uno de sus imprescindibles. “Fui a Pamplona a buscar fábricas de cuero para comprar material, pero todas ellas vendían a la Volkswagen y no les interesaba un cliente pequeño, como era yo. Así que fui a la zona de Arnedo, donde hay negocio de zapatería y allí encontré a mis proveedores”, explica. Poco después compró maquinaria y empleó el sótano y garaje de su casa para iniciar la producción. “Aunque hemos pasado ya por cuatro naves, conservo la baldosa rota del suelo del garaje donde empezamos”, bromea.
Tras esas primeras calleras, han venido multitud de nuevos accesorios, más de 120. Muñequeras, cuerdas de saltar, e incluso líneas de ropa. “Desde entonces ha llovido mucho y ahora tenemos incluso la intención de diversificar la marca hacia otros deportes relacionados con el CrossFit”, explica. En poco tiempo, PicSil estrenará su línea Kombat, enfocada a los deportes de contacto, y su línea de ropa femenina de deporte ‘seamless’. “Muchos atletas de otros deportes, practican CrossFit para su acondicionamiento físico y nosotros queremos dar acompañamiento ahí”, justifica.
[–>Toda una vida ligados al deporte
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Pablo y su hermano han practicado deporte desde que eran pequeños, y eso fue lo que en el fondo les llevó a lo que es hoy en día su negocio. “Mi madre siempre cuenta que de pequeños, cuando veíamos películas en las que había peleas, desaparecíamos discretamente del comedor y nos poníamos a practicar entre nosotros. Tendríamos cuatro años cuando nos apuntó a taekwondo para que al menos no nos diéramos en casa”, recuerda divertido. Desde entonces, pasaron por el fútbol y el gimnasio antes de conocer el CrossFit.
“Es un estilo de entrenamiento, que más allá de la marca registrada y los caminos que pueda tomar, se seguirá practicando muchísimo”, afirma el empresario. La apertura de esta nueva línea de negocio no es la única novedad en la que trabaja la compañía navarra. De hecho, también en el último tramo del año verá la luz su primera tienda física con la que buscan completar su estrategia omnicanal permitiendo al cliente comprar en web e ir a la tienda para recoger el producto o probarlo.
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PicSil, además de proporcionar el material necesario para el entrenamiento a los deportistas se ha involucrado en el deporte abriendo un box en Navarra y formando parte de las principales competiciones deportivas de esta disciplina. “El box es como nuestro laboratorio de pruebas. Para nosotros es súper importante la opinión de los clientes, solo así conseguimos mejorar. Les escuchamos mucho y tratamos de mejorar nuestros productos en función de sus necesidades”, asegura. Este fin de semana, estarán presentes también en Wodcelona, el mayor evento de CrossFit adaptado de Europa.
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