“Pour moi, réussir, c’est pouvoir écrire un autre livre”

Ha dicho que nos ha mentido en sus respuestas cuando los periodistas le preguntábamos si cada novela que publicaba era el final del universo ‘Reina Roja’, ¿miente ahora cuando dice que ‘Todo muere’ es el cierre de la saga?

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Miento en eso o en otras cosas, no lo sabemos. Pues claro que os miento a los periodistas. Vosotros me pagáis por decir mentiras porque yo soy escritor de ficción. Entre todos los lectores de ‘Reina Roja’ hemos construído algo muy bonito e interesante que tiene que ver con que los libros son los libros y algo más. La experiencia que tiene el lector es muy distinta, porque no es lo mismo el que empezó en 2014 leyendo ‘El paciente’ o el que arrancó con ‘Reina Roja’, y ver esa disparidad en las colas de las firmas es alucinante. Pasan cosas por fuera que se escapan de mi control pero que disfruto con mucha alegría. Por eso en prácticamente todo lo que tenga que ver con los libros te voy a mentir.

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Es una manera de proteger al lector.

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De proteger su experiencia. El lector no necesita protección, necesita descubrir las cosas solo. La sobreinformación no solo produce spoilers físicos y reales, sino también spoilers emocionales. Hay veces que vamos a ver una obra o una película sabiendo cómo debemos sentirnos ante ella. Tú puedes ser de los que piensa que como todo el mundo dice que una película es muy buena, a ti también te tiene que gustar; o ser todo lo contrario, como esta película le gusta a todo el mundo, a mí no me agrada nada. Eso es terrible. 

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En ese caso hablemos de forma supuesta. ¿Ha sido complicado despedirse y decirle adiós a la saga? 

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Es que no lo he hecho. Me lo estás preguntando en mitad de la gira de presentación y mientras se rueda la segunda temporada de la serie ‘Reina Roja’. Ayer precisamente estuve hablando con Vicky Luengo y Hovik Keuchkerian (los actores que dan vida a los protagonistas de la saga Antonia Scott y Jon Gutiérrez) sobre ‘Loba negra’. Pienso a diario en esta historia, por lo que la despedida aún no se ha producido y creo que va a tardar bastante tiempo en pasar porque todavía hay lectores que están descubriendo la saga ahora mismo. Sé que Antonia y Jon van a estar conmigo el resto de mi vida y es algo de lo que me alegro mucho. 

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Lleva trabajando en esta saga diez años. Mirando hacia atrás, ¿cómo ha sido este camino?

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En lo estrictamente literario ha sido un camino de aprendizaje muy duro porque nadie sabía cómo se hacía esto. Cuando he escrito una novela autoconclusiva como ‘La leyenda del ladrón’, yo aprendía mientras escribía. En el caso del universo ‘Reina Roja’ solo podía hacerse desde dentro porque no existe otra cosa como esta. Este tipo de historia no se había planteado antes por el hecho de que nunca se dijo que eran un conjunto de libros que estaban interconectados entre sí hasta que no quedó más remedio. 

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Profesionalmente le ha cambiado la vida. 

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Claro. El primer libro fue un fracaso absoluto. Yo no tenía ni un duro y estaba en una situación de tránsito personal y emocional por aquel entonces y he pasado por muchas etapas hasta llegar hasta donde estoy ahora. Lo que más me ha afectado a nivel profesional es la cantidad de amigos que he hecho a lo largo de los años. La gente que ha aparecido en mi vida ha sido la que ha reconfigurado mi cabeza en todos los sentidos y ha permitido que yo haya podido escribir una historia como esta. Soy lo que soy gracias a la gente que me rodea, no tengo ninguna duda.

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No solo como escritor sino también como persona, ¿qué siente que le ha aportado a sí mismo el universo ‘Reina Roja’?

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Cuando tú escribes un personaje, a él le aportas una serie de cosas que él te devuelve. Conocer a Antonia y Jon es transformador, de la misma forma que ellos no existirían si no hubierado dedicado mucho esfuerzo en darles voz. 

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Por deseo expreso suyo, no se incluye la clásica sinopsis en la contraportada de ‘Todo muere’.

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Cada día es más preocupante la relación del ciudadano con la información y cómo se intenta, cada vez más, tomarnos por idiotas. En general, siempre he creído que cuanto menos se cuente de algo mucho mejor.

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¿Cree que sus más fieles seguidores van a quedar satisfechos con este cierre? 

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Es muy difícil responder esa pregunta porque siendo imposible contentar a todo el mundo, y viendo la calurosa acogida que está recibiendo la novela por parte de la gente, si te contestara lo que yo tengo en la cabeza sonaría un poco raro y pretencioso pese a no ser ni mucho menos mi intención. Aún así lo voy a hacer. La respuesta a esa pregunta es que es irrelevante. La historia es esta y lleva pensada muchísimo tiempo para producir una reacción determinada, que provocará a su vez otras cosas. Entonces no importa, porque lo que de verdad interesa es la historia en sí misma. La mejor manera que yo tengo de ser generoso es no pensar que esto lo va a leer alguien más que no sea yo. 

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Se dice que un escritor escribe en el fondo para sí mismo. ¿Usted ha quedado satisfecho? 

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Sí, y eso que es muy complicado. Es imposible contentarme porque tengo el defecto de ser demasiado perfeccionista. Sin embargo, esta vez no ha ocurrido. Hemos llegado hasta arriba y desde aquí puedo mirar hacia atrás para decir que lo hemos conseguido. Y digo “hemos” porque nunca estás solo en esto. Puede que te parezca que no es relevante lo que va a sentir el lector, pero al lector sí que le importa.

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Después de concluir esta etapa, ¿mira al futuro pensando en su próximo trabajo o disfruta el éxito de esta novela? 

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Miro al futuro porque soy incapaz de disfrutar del éxito. Estoy continuamente pensando en otras historias, pero en el fondo me lo paso bien. Para mí disfrutar del éxito consiste en poder escribir otro libro. El auténtico premio que me han regalado los lectores es poder seguir contando historias. Y como soy así, lo pienso seguir haciendo.