2024-09-23 12:52:21
Aunque Malena Alterio y José Manuel Poga son el matrimonio en crisis sobre el que pivota la disparatada trama de ‘En fin’, la serie de Amazon Prime Video cuenta con un gran elenco de secundarios. Como los ya veteranos Raúl Cimas (‘Poquita fe’, ‘Museo Coconut’) y Luisa Gavasa (‘La reina del sur’, ‘El último show’) y la joven Irene Pérez.
Presenten a sus personajes de esta comedia de humor negro, ‘En fin’.
Irene Pérez: Noa es una adolescente que está deseando vivir la vida a la que se le cruza el apocalipsis de por medio y le quita la oportunidad de pasárselo bien. Cuando su padre se va de casa se ve obligada, por las circunstancias, a ser la responsable, aunque ella no quiera.
Raúl Cimas: Romero está viviendo su momento. Porque los preparacionistas como él están deseando que un día llegue el apocalipsis para demostrar todo lo que saben. Vamos, está flipadísimo.
Luisa Gavasa: María, la abuela, ha vivido una vida muy convencional y toda esta historia le da la oportunidad de ser una mujer mucho más loca, divertida y transgresora. El apocalipsis le viene de perlas para entrar en territorios en los que nunca se hubiera atrevido.
Esta serie es pura ficción, ¿pero no creen que se pueden encontrar muchos paralelismos con la pandemia?
Raúl Cimas: Claro, la pandemia sacó lo peor y lo mejor de mucha gente.
Irene Pérez: La serie es muy disparatada, pero precisamente por eso creemos que es también realista respecto a lo que podría llegar a ocurrir.
¿La comedia es la mejor forma para tratar un tema tan serio como el fin del mundo?
Raúl Cimas: La comedia es la mejor forma de tratarlo todo. Generalmente, ahonda en problemas. Porque el ser humano no se ríe de que a alguien le vaya bien, sino de que a alguien le vaya mal.
¿Rodando una serie sobre el fin del mundo les dio por pensar qué harían ustedes en una situación así?
Irene Pérez: Pues no. También es verdad que he tenido la suerte de tener un personaje bastante cuerdo con el que me identifico mucho, así que creo que me comportaría igual que Noa.
Raúl: Rodamos en Sevilla en agosto. ¡Cree que estábamos más pendientes de cómo íbamos a sobrevivir al rodaje que no al apocalipsis!
Irene decía que se identifica con Noa. Raúl, usted no tendrá, como Romero, una casa preparada para el apocalipsis.
Raúl Cimas: Me fui a vivir al campo por eso, porque en Madrid no te puedes permitir un búnker (ríe). Pensamos que ese tipo de disparate pertenece sobre todo a los americanos pero cuando aprendes a vivir lo rural te das cuenta de que sí que hay una gran pasión por la supervivencia. Creo que a veces el ser humano echa de menos lo que fue y empieza a rechazar la comodidad.
¿Eso es lo que le he pasado a usted cuando se ha ido a vivir al campo?
Raúl Cimas: No, pero veo mucho Discovery Max, que es lo más parecido que hay. ¡Hay un programa, ‘Supervivencia en pelotas’ en el que tienen que sobrevivir desnudos!
¿Qué les gustó de sus personajes cuando los leyeron en el guion?
Luisa Gavasa: Que era muy distinta a mí. Además, me pareció todo muy gamberro y sacar esa parte a cierta edad, como en mi caso, ha sido una especie de terapia. También tenía muchas ganas de trabajar con Malena [Alterio] et ici nous jouons à la mère et à la fille.
Irene Pérez: Noa se parece a mí en algunas cosas, pero en otras no. Porque también es gamberra, tiene sus momentos de acción, de enfado… Y nunca me había llegado un personaje en con el que pudiera explorar tanto esas facetas.
Raúl Cimas: Romero es ese tipo de flipado que está muy cerca del John Goodman de ‘El gran Lebowski’, así que era un caramelo. Este personaje tiene una cosa muy buena, que es que está muy flipado, pero tiene una esencia muy noble. Es una buena persona que acaba siendo más útil por lo que hace sin saberlo que por la misión que está llevando a cabo en su delirio.
El humor de la serie es bastante particular.
Luisa Gavasa: Es que el humor de David [Sainz, cocreador de la serie] Ce n’est pas de l’humour normal. Il est corrosif à certains égards et très intelligent.
Raúl Cimas: Tiene la capacidad de pasar por la incorrección y salir indemne. Como el momento de las hostias con los niños. Cuando lo rodábamos decíamos: ¿Te van a dejar poner esto? Hay que hilar muy fino para que eso te pase por los ojos, tienes que haber llevado al espectador a un lugar en el que sabe que eso puede pasar, que es broma y que cabe una reflexión.
¿No cree que la serie puede levantar ampollas por escenas como esa?
Raúl Cimas: La escena está muy bien llevada. Si solo pones eso a lo mejor la gente sí que se puede asustar, pero es yo creo que el humor también es meterte en charcos y conseguir salir de ellos, buscarte líos, tenderte trampas y ver si eres capaz de salir entero de ahí. Porque los chistes que se cuentan dos veces al final pierden la gracia, así que tienes que dar un pasito más para sorprender.
¿Los creadores les dejaron aportar cosecha propia a sus personajes?
Irene Pérez: David [Sainz] Il a tout très clair, mais il fait beaucoup confiance aux acteurs. Nous avons donc tous suivi un peu le scénario mais il nous a aussi laissé jouer un peu, à condition de ne pas sortir du personnage.
Raúl Cimas: Hay gente que lleva muy mal que el actor aporte… ¡pues que se fastidie! Somos algo más que rostros hermosos (ríe). Evidentemente, cuando llegas a rodar hay un guion que se ha pensado mucho y es muy raro que una frase que se te ocurra a ti sea mejor de lo que ya ha pasado por los filtros de los guionistas. Pero el actor siempre aporta algo de creatividad, y eso no está reñido con respetar el trabajo del guionista y del director.
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Luisa Gavasa: A veces se trata de una cosa tan sencilla como que hay una frase que te sale mejor que otra a nivel de dicción.
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