2025-01-03 20:01:00
Todo apunta a que este 2025 será un año marcado por el despegue de grandes misiones espaciales que, por un lado, nos ayudarán a entender el universo que nos rodea y, por otro lado, nos ofrecerán una visión inédita sobre nuestro propio planeta. Las grandes agencias espaciales de Estados Unidos, Europa, Rusia, Japón y la India, entre otras, ya trabajan en sus próximos lanzamientos hacia la Luna, Marte y más allá. Mientras, las empresas lideradas por los hombres más ricos del mundo, Elon Musk y Jeff Bezos, se preparan para testar los cohetes más potentes construidos hasta la fecha.
Más allá del despegue de estos proyectos, este año es muy probable que la actualidad espacial también acabe siendo sacudida por la llegada de Trump a la Casa Blanca y el cambio de rumbo que ha prometido aplicar en algunos de los programas espaciales más importantes de nuestra era.
Hace ya cinco años de la última vez que la humanidad envió una misión a Marte. Pero este 2025, si todo va según lo previsto, la NASA se prepara para lanzar dos naves espaciales idénticas al planeta rojo para investigar la magnetosfera marciana. Sus impulsores afirman que se trata de la primera misión científica en la que múltiples naves se coordinarán para orbitar este mundo hostil y estudiar, desde las alturas, sus características, la evolución de su clima y sus patrones de viento. Aún no hay fecha definitiva para el despegue de este proyecto pero, por ahora, todo apunta a que será durante la primavera del 2025.
Este año se suponía que debía despegar la segunda gran misión del programa Artemis, el proyecto que promete devolver a la humanidad a la Luna tras más de cincuenta años de ausencia. Pero el calendario de la misión ha sufrido varios retrasos importantes y, según anunció recientemente la NASA, el segundo vuelo de Artemis no ocurrirá hasta abril de 2026 y el tercero, en el que se prevé el primer alunizaje de una mujer, no será hasta mediados de 2027. Mientras se avanza en este proyecto, varias empresas privadas prevén lanzar misiones robóticas a la Luna en los próximos meses. Es el caso, por ejemplo, de los proyectos de las empresas estadounidenses Intuitive Machines y Firefly Aerospace o de la japonesa Ispace que se lanzarán durante este año.
El calendario espacial de este año también estará marcado por el lanzamiento de una nueva generación de cohetes espaciales. Por un lado, la compañía SpaceX, propiedad de Elon Musk, se dispone a realizar el sexto vuelo de su Starship, el cohete más poderoso jamás construido que, además, se utilizará para futuras misiones lunares y, algún día, podría postularse para llevar los primeros humanos a Marte.
Por otro lado, la empresa de Jeff Bezos, Blue Origin, probará su nuevo cohete New Glenn con el que pretende desplegar una constelación de satélites propiedad de Amazon. También se planea el lanzamiento de nuevos cohetes europeos como el diseñado por la compañía neozelandesa Rocket Lab. España, por su parte, sigue avanzando en el diseño del futuro cohete Miura.
La Agencia Espacial Europea (ESA) se prepara para lanzar su misión Biomass, con la que prevé ‘radiografiar’ todos los bosques del planeta, estudiar su evolución y profundizar en el conocimiento sobre cómo funcionan los ciclos de carbono. Este proyecto, que desplegará una antena de 12 metros de diámetro y un abanico de instrumentos científicos de última generación, entre los que destaca el primer radar de apertura sintética de banda P jamás lanzado al espacio. Aún no se ha anunciado una fecha definitiva de lanzamiento para esta misión pero, por ahora, todo apunta a que despegará este 2025 desde el puerto espacial de Kourou en la Guayana Francesa a bordo de un cohete europeo Vega-C. También se lanzará una herramienta llamada ‘Flex’ para estudiar el “estado de salud” de la vegetación global, así como un proyecto conocido como ‘Smile’ para cartografiar el entorno magnético de la Tierra.
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Una de las grandes incógnitas de este año tiene que ver con cómo la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca podría afectar al desarrollo de las misiones espaciales más importantes de nuestra era. El presidente electo de Estados Unidos ya ha designado al multimillonario Jared Isaacman como nuevo director de la NASA y, además, todo apunta a que su política espacial estará muy influenciada por las opiniones de Elon Musk, a quien ha nombrado como uno de sus grandes asesores en estos momentos. Por eso mismo, son muchos los que especulan que en los próximos meses podrían anunciarse cambios sustanciales como, por ejemplo, el desmantelamiento del principal sistema de lanzamiento que se estaba barajando para el programa Artemis. O el impulso de la primera generación de misiones tripuladas a Marte, la gran obsesión de Musk que según muchos expertos es aún inviable.
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