2024-12-05 20:06:00
Unos hallazgos de hace 7.000 años en la Cueva de Los Murciélagos de Albuñol (Granada) demuestran que las sociedades neolíticas ibéricas tenían un conocimiento profundo de técnicas y materiales para el tiro con arco.
El estudio, publicado en ‘Scientific Report’, lo ha liderado un equipo de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) a partir de unos hallazgos “excepcionales” sobre el equipamiento de los arqueros prehistóricos del Neolítico inicial.
Según ha informado la UAB, la investigación de restos arqueológicos hallados en la Cueva de Los Murciélagos ha revelado la sofisticación del equipamiento para el tiro con arco del Neolítico Antiguo en la Península Ibérica (5300-4900 a.C.), con información inédita en el contexto europeo sobre los materiales y técnicas de fabricación utilizados.
La excepcional conservación de los restos orgánicos, que se han preservado al desecarse, ha permitido identificar y documentar elementos del equipamiento de tiro con arco de las poblaciones neolíticas que habitaron el suroeste peninsular hace unos 7.000 años.
Entre los hallazgos se encuentran flechas conservadas con sus plumas originales, restos de fibras y dos cuerdas de arco hechas de tendones de animales, que son las más antiguas encontradas hasta ahora en Europa.
“La identificación de estas cuerdas de arco marca un paso crucial en el estudio del armamento neolítico. No solo hemos podido confirmar el uso de tendones de animales para fabricarlas, también identificar el género o especie de animal del que proceden”, ha detallado la investigadora de la UAB y primera autora del artículo publicado, Ingrid Bertin.
Se utilizaron tendones de Capra sp. (género que incluye varias especies de cabras e íbices), de Sus sp. (género al que pertenecen el jabalí y el cerdo) y de corzo, que fueron torsionados entre sí para crear cuerdas de longitud suficiente.
Con esta técnica se pudieron fabricar cuerdas fuertes y flexibles, con el fin de satisfacer las necesidades de los arqueros experimentados”, ha explicado la investigadora del Departamento de Prehistoria de la UAB y coordinadora del estudio, Raquel Piqué.
Los astiles de flecha, por su parte, aportan nueva información sobre el uso de los recursos locales y su cuidadosa transformación: por primera vez, el análisis ha revelado el uso de madera de olivo (Olea europaea) y de caña (Phragmites sp).
El uso de cañas para la fabricación de flechas en la Prehistoria en Europa, una hipótesis considerada por los investigadores durante décadas, finalmente se ve confirmada por estos descubrimientos, según la UAB.
Además, destaca la combinación de madera de olivo, sauce y caña, que supone una selección de materiales especialmente interesante para los científicos.
Finalmente, los astiles de las flechas fueron recubiertos con brea de abedul, un material obtenido mediante un tratamiento térmico controlado de la corteza de este árbol.
Según los investigadores, este material se utilizaba no solo por sus propiedades protectoras, sino también, probablemente, decorativas, lo que añade una dimensión estética y funcional al equipo.
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La investigación se ha llevado a cabo en el marco del proyecto CHEMARCH (MSCA-ITN-EJD), financiado por el programa de la Unión Europea Horizon 2020, y ha contado con la participación del ICTA-UAB, la Universidad de Alcalá de Henares, el INCIPIT-CSIC, la Universidad de Córdoba, la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias, la Universidad de la Costa Azul y el CNRS (Francia).
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